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"El entrenador del Firgas es mi ángel de la guarda; me ha salvado la vida"

El preparador físico agredido, otrora mascota de la UD Las Palmas, narra su dramática experiencia en los incidentes del fin de semana

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  • 30/01/2023 - 16:59
"El entrenador del Firgas es mi ángel de la guarda; me ha salvado la vida" (Fotos: C. Torres)

Manuel Borrego

 

Durante una década, César G. (36) fue la persona encargada de dar vida a la mascota Pío Pío de la UD Las Palmas. Fue testigo del duro golpe de 2014 in situ y más tarde, en 2015, la celebración del ascenso en el Estadio de Gran Canaria. El fútbol se le metió en sus venas mientras se preparaba para abordarlo como preparador físico.

 

Este pasado fin de semana, como confirmó a UDRadio, vivió uno de los más difíciles momentos de su joven periplo personal. César es preparador físico del CD Firgas y, por inercia de los acontecimientos, fue la persona en la que descargó la inexplicable ira de varios individuos contra los que ha presentado denuncia.

 

“Aún no me creo todo lo que ocurrió”, ratifica en valoraciones para los lectores de Tinta Amarilla. “Llevo dos noches sin dormir, pensando en ello. Estoy meditando si voy a seguir en el fútbol. Eso, en cualquier caso, lo meditaré de cara a la próxima temporada. No voy a dejar tirados a mis jugadores, aunque el esfuerzo es muy alto y pese a las dudas que tengo si todo esto merece la pena. Pero de cara a la temporada que viene, ya veremos”.

 

La navaja de la que habla el colegiado del encuentro de Segunda Regional entre Pedro Hidalgo B y Firgas estaba pasó muy cerca de César. “Si no es por mi entrenador Dani (Travieso) no lo cuento. Ahora es mi ángel de la guarda. Él me ha salvado la vida. La navaja era para mí, pero puso su mano y evitó una desgracia. Se lleva doce puntos (de sutura). Estaré eternamente agradecido su valentía” (…) “Me bebí las lágrimas cuando vi la mano (cortada) de mi entrenador”, reflexiona.

 

En el parte de lesiones de César hay constancia de un dedo y tabique nasal roto. Pero el golpe moral es mayor. Máxime porque “no acabo de entender nada de lo que sucedió”. Además, César comenzó como preparador físico en el Pedro Hidalgo, “un club que conozco bien y en el que tengo bastantes amigos. De hecho, antes y después del partido intercambiamos saludos y comentarios. Nos dijimos que el campeonato en nuestro grupo es cosa de cuatro. Además de Pedro Hidalgo y nosotros, también aspiran Guiniguada y San José. Todo había transcurrido con normalidad en el partido. Pero de repente …”

 

La tanganda: “se formó la que se formó sin que nadie lo esperara. Vi un puñetazo a la cabeza de mi portero en el túnel de vestuarios. Y yo mismo dije a los jugadores de nuestro equipo. ¡Firgas, al centro del campo!”. Sin embargo, “alguien me agarró y empecé a recibir una ensalada de golpes. Para mí, en aquel momento, eran como empujones porque no tenía constancia de la gravedad de lo que me estaba sucediendo”. Añade César que también fue objeto de una maniobra de asfixia.

 

Ha identificado “a un miembro del cuerpo técnico y a un futbolista” como parte del grupo de agresores, “a los que no conocía” de su etapa en Pedro Hidalgo.

 

“Llevo dos días sin dormir, sin poder ir al trabajo. A mi mujer también la llegaron a amenazar, diciendo que la siguiente iba a ser ella”, puntualiza. “Hemos de agradecer a los cuerpos de seguridad, con un tratamiento impecable”.

 

César, como el propio Firgas, espera que se haga justicia y que “esto no vuelva a suceder” en ningún campo de juego. “Dirigentes de Pedro Hidalgo se han puesto en contacto conmigo. Me han pedido disculpas y han preguntado por mi estado”, puntualiza a la vez que lamenta que “es una pena que este tipo de cosas empañe el trabajo de mucha gente”.

 

Pero no se pueden tolerar.

 

La escalofriante versión del técnico del Firgas

 

La explicación de Daniel Travieso, entrenador del CD Firgas, sobre los sucesos del pasado sábado deja un testimonio escalofriante. Al hablar sobre el momento más delicado de la tangana, en la que su mano se interpuso para evitar un corte de navaja al preparador físico del equipo (César G.), dijo lo siguiente a RTVC:

 

Tras el partido “a la hora de salir nos estaban esperando allí. No solo gente de fuera sino dos o tres jugadores que incentivan o motivan a estas personas a agredirnos”.

 

“Si no pongo la mano posiblemente estaríamos hablando de algo mucho más grave. Porque iba ya en dirección al cuello o a la cara”, añadió. En Cope dijo también que, visto lo visto, “doy por buenos los 12 puntos” por haber salvado a su compañero de algo muy grave.

 

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