La previa

Pelotazo o de lo contrario "¡cógelo, Cuco!"

Manuel Borrego

 

Hay un dato llamativo que puede ilustrar las propuestas de los dos equipos que este sábado volverán a verse las caras en el Estadio de Gran Canaria. La UD Las Palmas es el conjunto de la Segunda División que más veces dispara a portería rival, con o sin puntería (236 intentos). Y se opone en esta ocasión al que menos lanzamientos presenta, la SD Huesca (160). Son dos indicadores completamente traicionados en el choque que ambos disfrutaron en El Alcoraz, donde al equipo aragonés le bastó muy poco para romper la racha de imbatibilidad de los amarillos.

 

Y es ahí, amparado en el juego y sensaciones generales, donde el Cuco Ziganda puede apoyar su teoría de dar un segundo pelotazo en el campeonato ganando a la plantilla que adiestra su colega Xavi García Pimienta.

 

Aquel recuerdo en El Alcoraz no ha pasado inadvertido para los jugadores grancanarios y para su técnico, que lo han tenido presente durante la semana para referirse al partido trampa que plantea Ziganda con sus jugadores.

 

Pero Las Palmas no puede perder el sentido de fidelidad a un estilo que la sitúa a 14 puntos de distancia. El rendimiento global, sin embargo, no fue traicionado por un incidente puntual. Porque aquella derrota fue más un momento atropellado de infortunio amarillo que una colección de méritos acumulados del Huesca.

 

Así que Las Palmas acude al partido con algo que proteger, una vez más en posición de ascenso directo a la categoría. Y con mejoras esperadas en su once al poder recuperar a Enzo Loiodice. La duda de Mfulu, Fabio o Kaptoum es la más razonable en vísperas a un partido donde va a haber mucho que discutir en el centro del campo.

 

El partido requiere un examen de paciencia y otro de concentración. Paciencia para desarmar al Huesca con el fútbol trenzado y colectivo. Y concentración para que en un instante no ocurra lo ya vivido frente a un rival con mucho oficio.

 

Porque además del pelotazo del hipotético marcador, también será para los amarillos una prueba para responder al pelotazo del fútbol directo. Ese modelo no le disgusta a un adversario al que también le llega una oportunidad para maniobrar hacia la zona del play off. Una derrota en cambio serviría para decir aquello: “¡Cógelo, Cuco!”.