La previa

Como para fiarse de un colista como el Ibiza

Manuel Borrego

 

Viene la UD Las Palmas de un agrio episodio frente al Racing, que a la postre le costó ceder el testigo de la cabeza en ruta. Viene el colista UD Ibiza en tono creciente con un técnico de contrastada experiencia en Segunda División como es Lucas Alcaraz (611 encuentros en los banquillos de la Liga Profesional española). Y los amarillos acuden a visitar a una plantilla cargada de kilómetros, con el internacional Nolito Sánchez en las operaciones de navegación. Está el partido de este sábado como para fiarse del último clasificado.

 

Todo lo que pueda suceder en el choque de Can Misses dependerá de la manera en que el conjunto de García Pimienta lo afronte. Si pone intensidad y garra combinada a su juego sutil de combinaciones y avances, el ‘dos’ en la quiniela obtendría un alto porcentaje. Pero si no sale del laberinto que le prepara Alcaraz o utiliza un motor de bajo octanaje, entonces podrían aparecer problemas y situaciones tan imprevisibles como los observados en la primera cita de 2023.

 

La teoría dice que el mejor visitante (UD Las Palmas) debe imponer su batuta sobre el segundo peor local (UD Ibiza). Aunque la teoría en el fútbol no tiene por qué guardar exactitud en el momento de moverse el balón.

 

Los amarillos han pasado unos días de análisis del ‘suceso Racing’. Técnico y jugadores han reconocido los errores cometidos aquel día; pero también reflejaron las soluciones, que no tuvieron la correspondencia del gol. Si todo ello se traslada a la siguiente escena, el candidato al ascenso a la UD Las Palmas tiene opciones de seguir su sendero en la angosta segunda vuelta.

 

Para García Pimienta, el goteo de recuperación de efectivos es una realidad. Aunque comentó el entrenador que dos de ellos, Valles y Viera, no están al ciento por ciento de sus niveles previos a las respectivas paralizaciones.

 

Así que el once de esta jornada tendrá algunas novedades, quizá por la recuperación de Eric Curbelo y Nuke Mfulu en sus puestos de combate tras cumplir sus partidos de sanción. Lo demás, queda la lectura de carrerilla de un once que debe dejar constancia en feudo balear el por qué sus aficionados, pese al disgusto último, no alteran el sueño.