88-82: El Granca no supo frenar al colista ni a Evans

B. Pérez

Fotos: ACB Photos / S. Castizo

 

Nueva decepción del Gran Canaria a domicilio. Este martes perdió 88-82 ante el Real Betis, colista de la clasificación que tuvo en su base Evans al gran protagonista del partido (28 puntos). Los jugadores de Jaka Lakovic no cortaron a tiempo la sublevación de su rival, que desde el bote inicial creyó en la victoria y tuteó a un candidato a Copa del Rey y play off que mostró de nuevo un doble rostro.

 

Porque el Gran Canaria clonó una salida de partido semejante a algunas citas precedentes. Fue tolerante en defensa ante un colista que abordó el encuentro con energía. El equipo de Jaka Lakovic respondía en ataque haciendo la goma; se estiraba o se encogía yendo detrás en el marcador.

 

Los primeros problemas defensivos se localizaron en el juego interior. De tal forma que el Betis cosechó en el primer cuarto una alarmante cosecha de puntos (26) que lo llevaba por encima de los 100 puntos en caso de mantener la progresión.

El Gran Canaria no se descolgaba, pero en el comienzo del segundo parcial, la distancia sí llegó hasta los 12 puntos en favor de los andaluces cuando los triples llegaron al partido con más fluidez (40-28).

 

Lakovic paró el encuentro para frenar la aceleración del Betis y corregir a sus jugadores, que con un parcial 10-19 en el tramo final de 7 minutos del segundo cuarto lograron enderezar la situación, para acudir al vestuario con tres peldaños de desventaja. El Gran Canaria, no obstante, se fue a la tregua con un impresionante parcial de 8 triples logrados de 12 intentos (tres de Brussino, tres de Shurna, uno de Benite y otro de Slaughter). Pero es que el Betis alcanzó las nueve súper canastas en los primeros 20 minutos.

 

El Gran Canaria, como aspirante a jugar la Copa del Rey, había decepcionado porque solo en un par de instantes estuvo por delante en el marcador. El conjunto de Luis Casimiro, sin embargo, se mostró rebelde, alentado por un público que creía en un resultado sorpresa.

El ritmo de canastas fue decayendo en el segundo periodo. Dos triples consecutivos de Brussino y Albicy colocaron de nuevo al Gran Canaria en la delantera del marcador (55-56), tras un parcial 0-9. El partido ya pintaba de otra manera. Aunque Evans se echaba a sus espaldas casi toda la responsabilidad del Betis.

 

El Gran Canaria había mejorado su defensa, pero a su vez sus prestaciones ofensivas bajaron. Esa situación era menos preocupante por la profundidad de banquillo de los amarillos. Inglis entonces hizo su aparición.

 

La entrada al último cuarto fue con un -4 para el conjunto de Lakovic. Tocaba echar el resto. Cada canasta entonces era oro. El Gran Canaria seguía a la caza de su insumiso rival. Slaugther conectó el marcador (71-71) y Brussino, tras robo, sembró el nerviosismo en el pabellón hispalense (71-73). Luis Casimiro pidió tiempo porque era entonces el técnico que ya no tenía buenas sensaciones. Faltaban cinco minutos.

 

Evans volvió al partido una vez más. Seis puntos consecutivos suyos cambiaron las tornas (77-73) en el minuto siguiente. El partido caminaba hacia un desenlace no apto para cardiacos.

 

El Betis se jugó la carta de su base para lograr la tercera victoria de la temporada. Con un triplazo de Evans desde ocho metros colocó la sentencia a minuto y medio (83-77). El Gran Canaria brindó tantas veces la ventaja que al final pagó una derrota que le da una vuelta de tuerca a sus opciones de jugar el octogonal copero de Badalona.

 

Alineaciones:

 

Betis: Almazán (5), Evans (28, seis triples), Bertans (14), Gerun (6), Johnson (10) -equipo titular-, Cvetkovic (6), Hill (-), Tsalmpouris (16), Sylla (0) y Pozas (3)

 

Gran Canaria: Albicy (5), Brussino (16), Slaughter (14), Shurna (13), Khalifa Diop (8) -quinteto inicial-, Benite (7), Stevic (0), Inglis (11), Balcerowski (3), Kljajic (-), Bassas (2) y Salvó (3)

 

Parciales cada diez minutos: 26-24, 50-47, descanso, 66-62 y 88-82 final.

 

Árbitros: Jordi Aliaga, Javier Torres y Andrés Fernándeez

 

Partido de la decimocuarta jornada de la fase regular de la Liga ACB, disputado en el Palacio Municipal de Deportes San Pablo, en Sevilla.