La comparativa que más duele en el CD Tenerife

El Tenerife ha ganado la mitad de partidos que la pasada temporada. Solo cinco victorias en 18 jornadas. Unos números impropios de un candidato a otra cosa que no sea la permanencia en el fútbol profesional. Los registros suspenden a Luis Miguel Ramis y a sus jugadores, que ni siquiera alcanzan el puesto que por tope salarial les corresponde.

 

Los atenuantes que justificaban un mal inicio, como las lesiones o los fichajes tardíos, han pasado a mejor vida. Después de cuatro meses de competición, este Tenerife 22/23 no se sostiene. Solo juega bien a ratos, compite de cuando en cuando y ya lleva el mismo número de derrotas en el Heliodoro que a estas alturas del pasado curso: dos.

 

Ni a la consideración de fortaleza que se le daba antaño al feudo insular puede agarrarse. Mientras, fuera de casa solo ha sumado un triunfo por los cuatro que acumulaba hace un año. En cuanto a goles, había marcado siete más y había encajado seis menos.

 

De la tercera plaza a una posición próxima al descenso, que ocupará cuando acabe la jornada de este fin de semana. Los números cantan. Del candidato a todo del curso anterior al equipo mediocre de hoy.

 

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