Formaron sociedad solo con una mirada

Viera y Sandro participan en tres de los últimos goles de la UD en la Liga en 44 minutos de coincidencia conjunta en un campo de juego

Manuel Borrego

 

Johan Cruyff insistía en decir a sus futbolistas, antes a sus compañeros, que el “fútbol es un deporte que se juega con el cerebro”. Reforzaba así una de las ideas de Quique Setién cuando se refería a sus comparaciones balompédicas con el ajedrez y su aplicación en el campo.

 

Se podría referir el técnico holandés a eso que tanto gustan calificar los banquillos sobre el conocimiento del juego, un término que debe estar también vinculado al talento natural de los actores. Se aprecia mucho ‘cruyffismo’ en esos instantes de inspiración de la nueva UD Las Palmas.

 

Y es ahí donde en la UD Las Palmas, con apenas 44 minutos de actuación conjunta, se ha dejado entre ver a dos piezas con alma de mucho fútbol que se han sabido encontrar quizá solo con una mirada. Si Jonathan Viera descubre a un socio como lo es ya Sandro Ramírez, no dudarán ambos en tramar soluciones para quebrar la oposición adversaria.

 

Eso ocurrió frente al Granada (Sandro jugó los 14 últimos minutos) y contra el Mirandés (el delantero salió por Marc Cardona y cubrió media hora antes de ser relevado por Moleiro. Y en ese periodo mencionado de 44 minutos, Sandro participó en el 2-0 al Granada al atraer a los defensores y dejar a Viera en solitario en el área, donde fue objeto de penalti. El pasado sábado, Viera entregó un pase al hueco al punta grancanario para que firmara el 1-2 en Anduva. Y minutos después, Sandro abrió sus piernas para que el balón de Sergi Cardona conectara con Viera, que venía en carrera para firmar el 1-3.

 

Es como si ambos hubieran jugado juntos toda una vida, cuando en realidad están transitando en sus primeros partidos en la UD Las Palmas. Jugar con Viera requiere saber interpretar qué puede hacer, qué caminos va a encontrar hacia la portería contraria.

 

Recordamos ahora a otros dos socios que supieron entenderse con él a la perfección en la UD Las Palmas, generando productivos dividendos. ¡Cómo no!, Vitolo Machín, el futbolista que posiblemente conoce todos los rincones del juego del 21 amarillo actual. Y, especialmente en el primer año, Sergio Araujo. Al Chino futbolístico le pasó entonces lo que ahora Sandro. Era amigo de Viera antes de conocerlo.

 

El empate en Anduva no dejó solo la sensación final. Una sociedad se reafirma y quiere pisar fuerte, poniendo mucho cerebro y grandes dosis de ilusión. Ver sonreír a los nuevos socios es la mejor señal.