70-63: El Gran Canaria sufre un apagón en el tercer cuarto

Pese a alcanzar 14 puntos de renta en la primera mitad sucumbe ante el Unicaja bajo la presión de un Carpena que también amedrentó al trío arbitral

Juan Pedro Borrego

Fotos: acb Photo / M. Pozo

 

Una pésima gestión de la presión ambiental, tanto de los colegiados, como del Gran Canaria llevó al conjunto de Jaka Lakovic a sufrir su primera derrota (70-63) en la temporada oficial. Pese a tener 14 puntos de renta en la primera mitad, las quejas locales pudieron más que su juego con un equipo grancanario que parecía tener contra las cuerdas a su oponente. La técnica a Ibón Navarro a poco de llegar al descanso, el tercer cuarto intenso de los locales y la eliminación por técnicas de Albicy fueron claves en el cambio de signo de un encuentro en que al club claretiano se le birló la oportunidad de sumar sus primeras dos victorias consecutivas en sus visitas  a Málaga, pese a ganar tres de los cuatro cuartos.

 

Unicaja necesitó recurrir al ambiente del Carpena desde los momentos iniciales. El Gran Canaria, tras su triunfo sobre el Barcelona, estaba haciendo que los malagueños prendieran toda la mecha posible en su cancha. Así, el mismo número de faltas de los malagueños llevaban más veces a los isleños a lanzar desde los tiros libres, muestra de su mayor peligro ofensivo en el encuentro. Por ello, las rentas insulares llegaron a los ocho puntos (3-11) con cinco minutos jugados del primer cuarto, que terminaba con 11-18 para los amarillos.

 

Los estados de ánimos son una baza importante en los equipos. Y en ello, el Gran Canaria le ganaba de calle al Unicaja. Así, el segundo cuarto iba a empezar a ser un paseo militar que llevó a los de Lakovic a un ventaja superior a la decena con 11-23 en solo dos minutos más de juego. Se implementaba así un parcial 3-10 en cuatro minutos de juego real que hacía temblar los cimientos del Carpena y casi zozobrar cuando Kljajic anotaba un nuevo triple (13-26) casi justo después de un tiempo muerto local.

El Gran Canaria estaba acorralando a un rival cuyo entrenador tenía que apelar a forzar una técnica que intentaba cambiar el signo del juego y las decisiones arbitrales. Con 18-32 todo pintaba a favor de los de Lakovic que tenían que gestionar ahora una nueva situación, la de la mayor permisibilidad arbitral en la presión defensiva local (23-32), que acabó con un triple sobre la bocina para enfilar el camino a los vestuarios (28-36).

 

CAMBIO DE SENTIDO

 

Había logrado el Unicaja su objetivo en las tripas del pabellón. Con el Granca más atenazado, los malagueños sacaban tajada para empezar a dominar el ritmo del partido. Por suerte para los insulares sus puntos de mira no estaban bien alineados y con un poco de esfuerzo en defensa se mantenía la renta en el marcador como mal menor en un trabado, ofensivamente hablando, retorno al partido (30-38).

 

Sin embargo, era solo un paraguas pequeño para el temporal que empezaba a venirle encima a los isleños. Asfixiados en el ataque y desconcertados con muchas pérdidas e infracciones (9 pérdidas en los terceros diez minutos), el Gran Canaria veía venírsele encima al rival hasta darle la vuelta al marcador (44-42). Y así, impulsados por la confianza, los jugadores del Unicaja empezaban a embocar todo aquello que antes se le negaba (49-42), mientras Lakovic tenía la obligación de reconstruir a su plantilla y evitar que el parcial del tercer cuarto (27-10) fuera una losa insalvable con los nueve puntos de desventaja que se habían generado en el electrónico (55-46).

El trío arbitral empezaba a arbitral empezaba a pitar guiados por la batuta de la grada del Carpena y al Granca se le iba la sensatez por las acciones de Albicy principalmente –eliminado por técnicas-. El concierto arbitral ensuciaba aún más la situación y aunque el Gran Canaria se acercaba a cinco puntos (58-53), la escasez de control del rebote defensivo le castigaba con verse otra vez en una desventaja agobiante (61-53) a siete minutos del final. Fue imposible para los isleños mantener la tensión en un partido donde al Unicaja ya se le permitía de todo en defensa y a ellos ni siquiera ‘mirar al balón’ mientras estuviera en manos locales.

 

Con 67-56 < cuatro minutos del final todo era muy gris. Aún así, lo intentó el Gran Canaria mordiéndose la lengua y con serenidad logró un 67-63 a 2:24 del final que volvía a destapar algunas opciones de victoria. Todas iban a  pasar por defender mejor que el rival o contar con la fortuna que sí estuvo de cara cuando Kalinoski anotaba un triple lanzado a la desesperada (70-63) a 1:20 del final o Brussino resbalaba después para dar por perdido el choque.

 

Ficha del partido:

 

70 Unicaja (11+17+27+15): T. Kalimoshi (8), A.Lima (3), K Perry (11), D. Osetkowshi (12), N. Djedovic (11) –equipo inicial-, Y. Barreiro (1), A. Díaz (6), T. Carter (10), W. Thomas (2), M. Ejim, D. Brizuela y D. Kravish (6).

 

63 Gran Canaria (18+18+10+17): Albicy (2), J. Kljajic (6), N. Brussino (4), J. Shurna (14), Khalifa Diop (11) -equipo inicial-, D. Inglis (12), F. Bassas (3), M. Salvó (8), Balcerowski (3) y A. J. Slaughter.

 

Árbitros: Jordi Aliaga, Alberto Sánchez Sixto y Héctor Báez. Pitaron técnica a Ibon Navarro (entrenador Unicaja, m. 17), dos a Albicy (m. 25 y min. 31), eliminado, dos al banquillo del Gran Canaria (min. 31 y 33) y dos a Lima (min. 4 y min. 32).

 

Marcador cada 5 minutos: 3-11, 11-18, 15-23, 28-36 –descanso-, 36-41, 55-46, 65-56 y 70-63.