Es imposible robar el balón si el rival no lo tiene

Manuel Borrego

 

El dato de posesión del partido Racing Club-UD Las Palmas es abrumador (19.2% vs 80.8%). El otro registro que dibuja el partido es el de los disparos a portería o en sus cercanías (12 vs 26). Pero el empate es lo que queda.

 

La UD Las Palmas de García Pimienta está ofreciendo un alto rendimiento como equipo visitante. Es más incisivo cuando su presión consigue recuperar el cuero y habilitar los espacios abiertos entre la última línea rival y el portero. En La Rosaleda lo pueden explicar, tras lo allí ocurrido recientemente.

 

Es imposible robar el balón si el rival no lo tiene. El Racing renunció totalmente a él cuando fue expulsado Pombo (por cierto, incuestionable tarjeta roja). Pero ya minutos antes tenía alta dificultad para mantener la línea iniciada en el partido, donde probablemente acumuló su poca posesión final.

 

En el Sardinero no encontró Las Palmas las vías para hacer un gol. O mejor, no las aprovechó como en otras ocasiones. Hablamos quizá de centímetros. Porque si el disparo al poste de Moleiro acaba en las redes, el cantar sería otro. Aunque son los mismos centímetros que impidieron antes golear a Gassama, con un testarazo al larguero.

 

Todo este preámbulo viene a subrayar que cualquier partido tiene su dificultad y que los condicionantes de cada jornada marcan. A Las Palmas no le sienta bien los equipos atrincherados, los que se aferran a colocar todas sus piezas por delante del balón para verlo de frente.

 

Es un punto más en la cosecha de la campaña (12) y es también un día malo en el que el equipo amarillo logró sumar. En otro momento quizá habría añadido una derrota, que todavía no la conoce. Pero tras la jornada hay que seguir las huellas de las palabras del propio García Pimienta, que también está descubriendo perfiles o matices de su propio equipo. La obsesión por combinar entrando a través del centro de la defensa cántabra fue un ‘pecado’, a su juicio. Ya tiene nuevas materias para seguir preparando los siguientes partidos, aunque no todos clonarán lo realizado por el Racing.

 

Claro que todo ello pasa por encima de la otra realidad de los amarillos: 1 gol en contra en 6 jornadas. Esos cimientos, sin embargo, no los debe alterar porque representan la mejor señal de aviso de lo que es capaz.