La previa

Los 3 primeros puntos para crear una gran montaña

Manuel Borrego

Aún siendo la primera jornada de una Liga, el UD Las Palmas-Real Zaragoza de este sábado en el Estadio de Gran Canaria lo tiene todo para que sea uno de los espectáculos con mayor asentamiento dentro de la Segunda División actual:

* Tiene historia, porque el escenario natural en el que ambos conjunto cruzaron armas fue la Primera División.

* Tiene arraigo social, porque entre los más de 23.000 abonados del club maño y los casi 17.000 de la UD Las Palmas tras ese balón irán los corazones de dos aficiones que anhelan lo suyo.

* Tiene también la incertidumbre del pulso de dos estilos definidos, entre el juego posesivo de los amarillos y el de poderosa contundencia de los visitantes. La batalla se centrará con distintas armas está servida.

* De igual forma tiene el atractivo de comprobar los nuevos valores que emergen y los que tratan de reivindicarse. En ese caso, Las Palmas puede aportar en el encuentro más caras nuevas que su rival, con un bloque general poco retocado para Juan Carlos Carcedo.

* Y tiene tres puntos en juego que, aunque es casi nada para la montaña que queda, también puede ser mucho como inyección moral.

Hay más ingredientes previos en el partido que, para el aficionado visitante, comenzará en la noche del sábado y acabará en la madrugada del domingo. 

García Pimienta y su colega Carcedo han jurado fidelidad a las formas que han preparado durante la pretemporada, Aunque muy probablemente la formación titular que abordará de amarillo el encuentro se reunirá por vez primera este verano ante los fotógrafos que capten el inicio de la Liga.

Entre las incógnitas previas está el debatido lateral derecho: ¿Alex Suárez o Palanca?; ¿quizá forzar la máquina con el tocado Álvaro Lemos?. Ese misterio previo lo conserva el entrenador, aunque el resto del equipo sí han dejado más indicios en las probetas de Marbella y Barranco Secos.

Se alza el telón de la Liga. No es más que el principio, aunque un buen aperitivo puede aventurar la calidad del menú que pretenden ofrecer unos amarillos que se han puesto como objetivo saldar una deuda.