Valencia

El estadio 5 estrellas que renace con el rumor del Mundial

B. Pérez

 

La posible organización española del Mundial 2030, con la candidatura conjunta con Portugal, se ha convertido en la gran esperanza del Valencia CF para terminar la construcción del Nuevo Estadio de Mestalla, obra iniciada pero que no avanza. Esta es la única nueva instalación de las 15 que pasaron el primer corte de la RFEF. Las obras comenzaron en 2007, con el propósito de traslado del club valenciano a ella -con un aforo para 70.000 asientos- tan pronto estuvieran habilitadas. Pero la crisis del ladrillo en el país paralizó las obras dos años después y, desde entonces, el futuro del nuevo recinto futbolístico es una incógnita.

 

El recinto futbolístico está ubicado en el corazón de la ciudad, en la Avenida de Las Cortes Valencianas, y ahora su construcción ha recobrado vida y nuevos debates en la sociedad levantina. El plan inicial de la corporación era que en 2021 el Valencia ya disputara sus encuentros en el nuevo recinto, para una demolición posterior de la instalación que acogió a la Copa del Mundo de 1982 y que ha sido residencia de la afición ché durante décadas. Y su presupuesto inicial, con casi 15 años de desfase, tendrá que ser revisado en todos sus perfiles.

 

Porque todos los plazos han quedado rotos y el Valencia CF no ha podido hacer frente a este proyecto abandonado sin fecha. Sin embargo, el rumor de un Mundial ha generado esa esperanza casi olvidada. Ahora la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia se movilizan. Este viernes el pleno del Consell acordó la declaración de caducidad y resolución del contrato de la ATE que afrontaba la construcción del recinto. Y con el aval de “interés para la ciudad de Valencia y su área metropolitana” se trata de desbloquear los abundantes problemas burocráticos que atenazarían la reanudación de la obra. Superdeporte refleja que la primera reunión para restaurar la relación jurídica entre el Valencia CF y las instituciones resultó “tensa y sin acuerdos”.

 

Pero están condenados a entenderse porque Valencia incluso aspira a ser organizador alguna de las semifinales del torneo de 2030 si es concedido por la FIFA a la candidatura ibérica. En ese supuesto, quizá tendrá que revisar hasta 80.000 personas el aforo definitivo. Porque todo lo demás está al alcance de una ciudad cuya aroma a fútbol es innegable.