No cabía un alfil en Las Alcaravaneras

Sucedió hace ahora medio siglo. La imagen fue portada de Ajedrez Canario y en ella recogía la participación de 3.200 niños en una extraordinaria simultánea del deporte-ciencia que cubrió toda la Avenida de Alcaravaneras, cortada al tráfico para un día excepcional. El acto fue impulsado por La Caja de Canarias, con la dirección de Pedro Lezcano y la siempre eficiente coordinación de Andrés Armas, conocido en el ambiente ajedrecístico grancanario como Menroco. Era raro entonces (1972) que un escolar de la capital grancanaria no supiera jugar al ajedrez. Y así hubo multitudinaria presencia de incipientes jugadores para medirse a los Tatai, Larssen, Smyslov, Arturo Pomar, Medina, Andersson y otros grandes maestros que participaban al otro lado del tablero. Una escena que hoy sería inimaginable …