El mejor y más determinante Jonathan Viera

Manuel Borrego

 

De haber empezado la Liga hace diez jornadas, la UD Las Palmas sería el más firme aspirante al ascenso directo actual. 26 puntos de 30 posibles hablan por sí solo del momento en el que llegan los jugadores de García Pimienta a este tramo de la verdad.

 

Ahora disfrutan del que ha denominado Oltra como “el subidón del sexto puesto”. Pero ya se verá el domingo si conservan en Gijón la plaza, la pierden quizá pero también se puede dar la carambola de acceder una o dos posiciones superiores.

 

En cualquier caso, hay una pieza fundamental en este entramado. Al margen del rendimiento del bloque, la producción actual de Jonathan Viera es la mejor y más determinante en su carrera profesional.

El Viera final de la temporada 2021-22 está en condiciones de cumplir la promesa expresada en su última vuelta. “Lo volveremos a hacer”, dijo en alusión al ascenso logrado en 2015 (imagen superior), que tan intensamente lo vivió.

 

Y si no se logra, dejará las semillas para volverlo a intentar con el objetivo cubierto de haber generado entre los aficionados amarillos una ilusión tan potente como la de entonces.

Aunque hace siete años ese jugador no era el de hoy, al menos no tenía el papel que ahora tiene en el proyecto grancanario. Regresó con muchas expectativas (imagen superior), cuando ya el equipo de Paco Herrera estaba incluso en posiciones de ascenso directo. Pero entonces debió trabajar duro para consolidar la plaza en promoción y luego resolver con sus compañeros las eliminatorias frente a Valladolid y Zaragoza.

 

Viera era ya un futbolista excepcional, que con 25 años despuntaba en un equipo donde repartía protagonismo con Valerón, Araujo, Momo, Roque Mesa, Culio y compañía. No se echaba entonces el equipo a la espalda de forma tan personal como le ha tocado ahora, con brazalete de capitán.

Ni siquiera cuando Julen Lopetegui (imagen superior) lo llevó a la selección absoluta, Jonathan Viera tenía el peso en el juego como posee actualmente. Es un jugador que acude a construir desde lo más profundo, que activa al equipo en todas las zonas y que ahora ha sido capaz de anotar o decidir en los partidos decisivos. Su entendimiento del juego lo avala García Pimienta en alta medida, considerando que podría jugar en cualquier Primera División incluyendo los grandes del país.

Su más reciente legando: Cinco goles consecutivos en las cinco últimas jornadas, las de la de la verdad, final a final frente a Ibiza, Málaga, Mirandés, Alcorcón y Oviedo. El del 2021-22 es el año más realizador de Viera, con 12 tantos, superando otros momentos de inspiración (imagen superior) en el club grancanario y en la Liga: 9 goles en 2011-12 y 10 tantos en 2019-20.

Fue Juan Manuel Rodríguez (imagen superior) el primer técnico que dijo del genio grancanario que “nos está engañando: es un portento físico y puede dar mucho más en los partidos”. Esa frase cariñosa la entendió el futbolista que año a año ha ido fermentando en barrica noble, cada vez mejor.

Incluso en una de las facetas del juego que los rivales trataron de exprimir, con una dureza en cada una de las entradas (imagen superior). En 2012 se registra su tercera y última expulsión en la Liga española, tras responder a una dura entrada de Unai Expósito, del Numancia. El zaguero soriano acabó también en la ducha, con una brecha en la cabeza. Pero Viera ha domado su temperamento, bien guiado por los consejos recibidos, y es hoy el futbolista amarillo y el cuarto del campeonato que más faltas recibe (82) de los rivales. Su respuesta actual siempre es mirar al balón. Hasta en ese aspecto es un jugador líder.

Y un ejemplo para la cantera (imagen superior), por su apego a un escudo con el que está fusionado de una forma plena. Si 30.000 personas acudieron el pasado fin de semana a animar a la UD Las Palmas, una porción importante de esa responsabilidad la tiene él y no un jugador del exterior.

El 21 acumula cuatro jornadas consecutivas en el mejor equipo de la jornada. “No soy goleador” expresó tras el triunfo ante el Oviedo, aunque curiosamente su único hat trick (imagen superior) lo firmó frente al Barça B, el equipo que le inspiraba de niño …

 

De niño; porque de adulto y ahora como jugador maduro sólo tiene un color. Y un objetivo que cumplir porque toda la manera amarilla espera que lo vuelva a hacer.