2-1: Viera inventa el camino del play off

Las Palmas supera al Real Oviedo con 30.063 personas en las gradas, remontando con un gran gol de Moleiro y una genialidad de su capitán

Jonathan Viera celebra con la grada Curva el segundo gol de los amarillos, que él marcó al Oviedo (C. Torres)

Manuel Borrego

La UD Las Palmas logró este sábado su objetivo, apoyado por más de 30.000 espectadores. Remontó ante el Oviedo en el campo y en la clasificación, colocándose en posición de play off a falta de 90 minutos que tendrá que resolver en feudo asturiano del Sporting -libre de descenso-. Los amarillos trabajaron duro en el Estadio de Gran Canaria para batir al conjunto del Principado, que se puso por delante pronto. Pero no logró sedar el ánimo de los isleños. Moleiro empató con un gran gol y el capitán Jonathan Viera, en la segunda parte, sacó la varita mágica para colocar el 2-1 que puede suponer el penúltimo paso de la fase regular.

El partido respondió a lo que se pronosticaba en el terreno de juego. Una UD dominante y un rival defensivo, pero peligroso en el momento de mover el guante. El Oviedo logró enfriar el gran ambiente y el ánimo de la UD Las Palmas en su primera aproximación al área grancanaria. Marcó el 0-1 a los seis minutos, en una jugada defensiva desafortunada porque se inicia en un saque de banda mal defendido. El gol fue obra, además, de Borja Sánchez tras aprovecharse de un rechazo.

Fue un duro contratiempo que no se adivinaba en el arranque del encuentro. En 11 segundos, Las Palmas había generado la primera ocasión con una jugada de laboratorio. Viera para Jesé y el centro del extremo diestro no consiguió rematarlo Sadiku, que eligió mal la posición de remate.

Los siguientes intentos de los amarillos se realizaron con el obstáculo de la muralla azulona que se creció con el 0-1. Era el marcador que buscaban, sin duda, los jugadores del Cuco Ziganda para poder especular y mostrar su fortaleza defensiva ante un rival que organizaba una tras otra jugada.

A los 11 minutos los amarillos reclamaron a Ais Reig la caída de Sadiku, golpeado en la espalda en el área. Pero el árbitro valenciano no estimó ese forcejeo como meritorio de la pena máxima que reclamaban el albanés.

La UD Las Palmas no estaba a gusto, pero Moleiro enderezó el primer impacto del partido. El jugador tinerfeño conectó una volea extraordinaria desde la frontal, tras el desvío defensivo de un córner. El balón pasó entre una multitud de jugadores y se colocó como un misil en la portería de Naciente.

El gol del internacional juvenil fue una explosión de alegría en las gradas, pero no colmaba las aspiraciones de los amarillos. Tampoco desarmó la moral ovetense, que incentivó su orden defensivo para alejar a los más peligrosos jugadores locales de las zonas de remate. De esta forma, con un nuevo susto en el área isleña (remate de Brugman por encima del larguero) y un descenso en el ritmo local se llegó al descanso, con la necesidad de reforzar la idea en ambos bloques.

El Oviedo trataba constantemente de ponerle cloroformo al juego, especialmente en la segunda mitad. Se había amoldado ya al contexto global del partido. Y Las Palmas lo aceleraba con cambios de ritmo cuando se asociaban Moleiro, Kirian y Jonathan Viera.

El público siguió alentando a sus jugadores, para que el asedio tuviera un segundo fruto. Y cuando más cómodo parecía el Oviedo, intentando generar la desesperación de su rival, llegó el quinto gol consecutivo de Jonathan Viera. El capitán grancanario se inventó un camino entre tres defensores asturianos para quedarse ante Femenías y marcar con la sutileza que nadie esperaba.

Con ese gol, el del 2-1, Las Palmas superaba en la clasificación a su rival del día y se colaba en posiciones de play off. Quedaba a partir de ese instante defender lo conquistado ante un rival que movió el banquillo para buscar revulsivos con Obeng y Sangalli.

Esos minutos finales se hicieron eternos para una UD que se vaciado en el césped del Gran Canaria. Su rival tuvo abrir líneas y colocó muchas piezas azules en campo isleño. Quedaba mantener la calma y aprovechar la estocada. La tuvo Rober, en el 89, en una contra cortada con una falta por Cornud (recibió la roja firecta) al cometer una falta en la frontal, que pudo ser penalti.

Alineaciones:

Las Palmas: Álvaro Valles, Álvaro Lemos, Raúl Navas, Eric Curbelo, Sergi Cardona, Mfulu, Kirian, Jonathan Viera (Benito Ramírez, 86), Moleiro (Fabio, 76), Jesé (Rober, 66) y Sadiku (Mujica, 66)

Oviedo: Femenías, Carlos Isaac (Montiel, 75), Dani Calvo, Costas, Pierre Cornud, Brugman (Matheus Aias, 81), Luismi, Javi Mier (Obeng, 65), Viti Rozada (Sangalli, 65), Borja Sánchez (Hugo Rama, 81) y Borja Bastón

Goles: 0-1, m. 6. De una jugada de banda, Bastón gana el área por la derecha y emite un chut cruzado. Lo rechaza a una mano Valles, pero remacha Borja Sánchez, en el rebote desde el punto de penalti. 1-1, m. 25. Córner desde la derecha que un defensa rechaza con la cabeza, pero el balón cae a Alberto Moleiro que, de volea, marca un golazo desde fuera del área. 2-1, m. 61. Movimiento cercano en el área de Sadiku que conecta con Jonathan Viera. El capitán de los amarillos se mete entre tres defensores y remata con suavidad ante Femenías, superándolo en la salida. El balón pasa también por debajo de las piernas de un zaguero.

Árbitro: Saúl Ais Reig (Colegio Valenciano). Amarillas a Carlos Isaac (Oviedo). Roja directa a Cornud (89).

Pormenores: Casi lleno en el Estadio de Gran Canaria (30.063 espectadores), con paso animado de la guagua del equipo en los prolegómenos, seguida por miles de personas en Fondos del Segura. Jonathan Viera recibió el premio al mejor jugador de la temporada, que otorga Canarias7. También los campeones juveniles de la UD Las Palmas, de 1972, recibieron el homenaje público al cumplirse el 50 aniversario de su gesta en el Bernabéu frente al Real Madrid. El Remudas de balonmano recibió la ovación al descanso del encuentro, al mostrarse como nuevo campeón de la Copa EHF femenina. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex consejero de la UD Las Palmas, Paco del Pino, recientemente falleció.