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El estado de ánimo es tu destino

Manuel Borrego

“El estado de ánimo es tu destino”. La frase helenística podría decorar en las últimas semanas el ambiente interno y contextual de la UD Las Palmas, que afronta sus últimos episodios de la fase regular 2021-22. 

El estado del alma de los amarillos está en consonancia con la esperanza de alcanzar un billete del play off que fue exitoso en 2015 y que siete años después vuelve a tener al alcance de su mano. Pero aún sin atraparlo. En ello está.

El destino … pasa por un lugar hasta ahora maldito en los planes del equipo, porque en Santo Domingo se han vivido algunas jornadas desdichadas. Sin embargo, la moral es ahora distinta y entre jugadores y aficionados que allí representarán al escudo confían en que la historia de un giro, un volantazo en el momento más oportuno.

El estado de ánimo está reflejado o se refleja no solo en el juego sino especialmente en los resultados desde hace ocho jornadas. Pero solo se podría alimentar ese optimismo con victorias, porque el margen de error se agotó hace semanas y otros rivales directos han estado dispuesto a encarecerlo.

 

De nada le vale a los jugadores de García Pimienta no pensar en otra cosa que no sea la portería del Alcorcón y la propia. De la primera se encarga Jonathan Viera y sus socios de las travesuras futbolísticas. Y de la propia, Álvaro Valles y sus escuderos, obligados también a seguir rebajando el nivel de acierto o el número de goles de los equipos rivales. Porque tan importante ha sido lo que ha ocurrido a un lado del campo como en el otro.

Las principales novedades de la UD Las Palmas en Alcorcón están en la zona de retaguardia, donde el técnico se obliga a buscar soluciones a los sancionados Álvaro Lemos y Sergi Cardona. Para el primer puesto hay un mayor debate que en el segundo, donde Benito Ramírez parece el zurdo destinado. 

La vuelta de Nuke Mfulu, liberado ya de la acumulación de amonestaciones, es la otra nota de la foto inicial.

 

Y del rival … tanto monta. Porque su condición de descendido no invita a relajación. Hacerlo cambiaría el sentido de todo lo realizado hasta el momento por un proyecto general que a dosis de moral tiene mucho que enseñar todavía.