2-0: El Arucas cae en la noche gladiadora del Villa

La batalla de Los Olivos se inclina del lado satauteño, que podría meterse en el play off con una carambola en la última jornada

Manuel Borrego

 

El final de la temporada en el grupo canario de Tercera RFEF podría haberlo escrito el guionista de la popular serie de los setenta, Enredo. Cada episodio, y ya solo queda uno, es una retorcida vuelta al argumento de la clasificación. De tal forma que el 2-0 que este martes se registró en Los Olivos coloca al Villa en la última vuelta de rodaje para entrar incluso en el play off, además descabalga al Arucas de la posibilidad del segundo puesto y posibilita al Atco. Paso el ubicarse en una teórica plaza de ascenso directo … si Las Palmas C no acaba en Segunda RFEF. Y “hasta ahí se puede leer”, que diría otra televisiva como Mayra Gómez Kemp. Porque ni en la RFEF tienen aún respuesta a todas las variables clasificatorias finales.

 

Y es que el final de la Liga regular es pletórico en emociones y contradicciones. Ese Villa que ganaba su cuarto encuentro consecutivo, temía tres jornadas atrás por el descenso a Preferente. En un sprint de goles, pelea y victorias iniciado por el lesionado Peri, ha dado la posibilidad de que los satauteños puedan el próximo domingo, en feudo de Las Zocas, ser partícipes de una histórica carambola de resultados. De momento, apagan la hoguera de la pérdida de la categoría, que no es poco.

La celebración del Villa es una ilustración más de el entramado tan complicado en el que se ha introducido. Los jugadores lanzaron al aire manteando a uno de sus capitanes, Kevin Padilla, pidiéndole que siga en el fútbol y no certifique la retirada. Lo hacían en tono de despedida ante sus propios aficionados, aunque quizá habrá más vida esta misma temporada después de visitar a Las Zocas, como ya hemos explicado. Quizá la felicidad y los cánticos se asentaban en la conquista de la salvación … El alboroto, por momentos, fue tal que generó alguna ‘jugada confusa’, como los gestos del entrenador Ángel Sánchez hacia la grada con las manos en forma de embudo cerca de sus orejas tras el 2-0. O quizá no escuchaba bien la palabra "¡gooollll!" que entonaban sus dirigentes y simpatizantes.

 

El partido había dado para mucha batalla, poco fútbol de calidad y dos tantos que sentenciaron la noche gladiadora del Villa. Todo comenzó en el minuto 4, cuando una jugada ‘a lo Sestao River’ acabó en las redes de Fermín: Pelotazo largo, desvío de cabeza de Javi Trujillo y carrera en vertical de Santi Domínguez. Pero el Chicha está iluminado y al percatarse de la media salida del portero del Arucas emitió un excelente chut que sorprendió por arriba al escudero visitante.

El gol tan temprano dio alas al Villa y metió al Arucas en una espiral que no le iba; no debía ser su plan. Los visitantes se olvidaron de jugar a ras de suelo y aceptaron el combate cuerpo a cuerpo, un terreno del que no supo salir hasta los minutos finales del encuentro.

 

La batalla se desarrollaba en todos los sectores del campo, con ánimos a flor de piel y una labor muy complicada para el colegiado Aridane Hernández. Nadie colaboraba con él en cada una de sus decisiones. En ese ambiente, el Villa navegaba mejor. Y más con la jerarquía que mostró Deivid Rodríguez en su posición de avanzado a los defensas centrales. Mientras el resto de sus compañeros y rivales se convirtieron en los combatientes de Los Olivos, Deivid exprimió su energía para colocar con orden a sus piezas en el despliegue y en el repliegue. Y fue el jugador que con mayor sencillez se expresó con el balón. Un gran partido el suyo porque, siendo experto, trabajó en silencio como capataz y eficente obrero.

Un cabezazo y un disparo de Abraham que se fueron desviados y alguna jugada de Santi Salgado, sin terminación, fue todo lo ofrecido por el nervioso Arucas en sus avances hacia David Ramírez. Aunque Juan Germán Jiménez trató de inclinar el campo hacia la portería satauteña con la entrada de Héctor Figueroa, la segunda mitad hubo un más de lo mismo hasta el tramo final. El empuje del Arucas, más con corazón que con ideas, puso el cerco en los 20 minutos finales. Y de nuevo sus remates estaban mordidos, imprecisos o siempre tapados por una muralla blanca y verde.

 

La tensión creció y en dos minutos, el partido se resolvió. Hernández no vio un agarrón y derribo de Alex Gil a Héctor cuando ya estaba en el área. Pudo ser jugada de un insuficiente empate para el Arucas, … pero cuando ya el partido estaba en su cuenta atrás llegó la sentencia, obra de Cristian Barrios, que definió con calidad. Porque en el foso también hubo quien acarició el balón en el momento justo.

Alegría, malas caras, algunas palabras ... y ¿quién sabe?. Igual en pocos días se vuelven a ver. Porque ya puestos a escribir, la imaginación no tiene límites.

 

Alineaciones:

 

Villa: David Ramírez, Jonathan (Armiche, 80), Kevin Padilla, Alex Gil, Anthony, Deivid, Alejo, Cristian Barrios (Nico Fontes, 89), Maceo (Mejías, 89), Santi Domínguez y Javi Trujillo (Suso Medina, 62)

 

Arucas: Fermín, Emilio (Adrián Chiqui, 85), Ruymán (Soto, 78), David García, Juan Carlos, Futre (Iván García, 85), Carmelo (Pedro Relloso, 78), Santi Salgado, Ayoze (Héctor Figueroa, 46), Nauzet Alemán y Abraham

Goles: 1-0, m. 4. Balón largo, desvía de cabeza Javi Trujillo y Santi Domínguez, desde fuera del área, coloca el balón lejos del alcance del portero. 2-0, m. 87. Cristian Barrios carga un ataque por la izquierda que culmina de certero chut cruzado, al segundo poste.

 

Arbitro: Aridane Hernández Sosa, auxiliado por Jesús Mateo y Jesús González. Amarillas a Deivid, Maceo, Angel Sánchez, Futre, Carmelo, Juan Germán Jiménez.

 

Partido de la penúltima jornada de Tercera RFEF, disputado en el campo de Los Olivos, en noche lluviosa cuando el partido tocaba a su fin.