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Ni aquella UD existe y el Ibiza es también otro

  • CRÓNICAS
  • 23/04/2022 - 09:45
Ni aquella UD existe y el Ibiza es también otro

Manuel Borrego

 

Si se busca como referencia el 1-1 entre la UD Las Palmas y la UD Ibiza que se firmó en el Estadio de Gran Canaria, posiblemente no tendrá relación alguna al partido que este domingo se vivirá en Can Misses. Porque ni aquella UD es la actual, con una moral y juego en estado creciente, ni el Ibiza de Paco Jémez tiene como prioridad interrumpir con abundantes faltas las iniciativas rivales. Esa es la teoría.

 

Además del empate en tierra canaria, en aquel partido (con permiso del colegiado catalán García Verdura) el conjunto balear vacío de contenido el juego de los amarillos con un parcial de 23 faltas (señaladas) contra 8 de los grancanarios. Y fue un día que Jonathan Viera acabó desquiciado por la ‘cacería’ a la que fue expuesto él y sus compañeros de creación.

 

Esta vez espera otro encuentro; eso es lo que sin duda intentarán los grancanarios con su líder y capitán a la cabeza. Tienen lecciones aprendidas y valoran que cada vez que salten al campo de juego en este tramo final de la temporada es el último. Esta nueva final tiene otro aroma distinto, en consecuencia, a aquel partido de la primera vuelta.

 

Las Palmas e Ibiza o Ibiza y Las Palmas van a ir por el mismo objetivo inicial. El dato que mejor lo ilustra es que Las Palmas es el equipo de mayor posesión media de la temporada (59%), precisamente seguido por el Ibiza (56%) que ha mejorado en este aspecto desde la llegada de Paco Jémez a su banquillo, en sustitutición del ex amarillo Carcedo. Ese juguete esférico que hace soñar ahora a una parte de la afición amarilla, que se ha convencido también de la posibilidad de alcanzar el play off para pelear otra vez por la mayor misión de la categoría. Pero para ello se necesita además de balón, goles y puntos.

 

El parcial de Las Palmas antes del encuentro es de 13 puntos logrados de los 15 más recientes. Y no puede dar un frenazo. Las herramientas con las que afrontará el choque volverán a inspirarse en el once que triunfó en Valladolid y Ponferrada, o el que hace apenas una semana arañó un lujoso empate en Éibar.

 

Esa es, posiblemente, la otra señal invisible del tramo final de la campaña: el conocer casi de carrerilla el equipo que se hará la fotografía de cada partido. ¿Y del rival?. Pues ya se verá si aparece el equipo de Jémez que desborda o el que no le importa que los invitados entren hasta la cocina y abran la despensa sin temor. Porque si este domingo hay una moneda al aire, esa deberá tener color celeste.

 

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