La previa

La Romareda, prueba de fuego para la UD

Manuel Borrego

 

Real Zaragoza y UD Las Palmas, dos históricos del fútbol español enredados en la Segunda División, vuelven a mirarse a los ojos este sábado. Siete años atrás este partido resolvía la última plaza de ascenso de la temporada 2014-15. Hoy las vías de ambos equipos están separadas por los objetivos actuales (la salvación del uno y el deseo de regresar a la zona play off del otro) pero juntos afrontar un partido cargado de necesidades mutuas.

 

La Romareda es el nuevo test donde se examina el equipo de García Pimienta. Es el lugar donde han de confirmar que lo ocurrido frente al Burgos fue un accidente nada más, un aciago momento de deslealtad del fútbol con el que más hizo para ganar aquel partido. Y también es una prueba de fuego porque, además del escudo histórico y sus connotaciones del rival, a los jugadores de la UD Las Palmas se le presenta la ocasión de revalidar el buen juego general de las últimas semanas, pero acompañarlo del acierto que daría sentido a todo lo realizado.

 

El partido se inicia con varias incógnitas en el cuarto once de la era García Pimienta. El entrenador no dejó claro en la víspera si habrá cambio en la posición de portería, aunque avaló tanto a Raúl Fernández como a Alvaro Valles. Y además tendrá que resolver las ausencias obligadas por sanción del central Raúl Navas y del centrocampista Enzo Loiodice. Alex Suárez y Mfulu ocuparon plazas en ambas demarcaciones cuando fueron requeridos por el nuevo entrenador del equipo grancanario.

 

Enfrente, el rey de los empates de la Segunda División. El equipo de Juan Ignacio Martínez solamente ha ganado dos partidos como local a lo largo de la campaña. Y ese es un dato realmente hiriente para un club como el aragonés, que no ha logrado convertir su estadio en una fortaleza. De los 39 puntos allí disputados solo retuvo 14, aunque cierto es que ocho partidos acabaron en tablas.

 

Además, el ambiente previo al encuentro es de calma tensa. Los futbolistas de la UD saben que a medida que avance el partido el propio clima del equipo local puede girar en su contra si no tiene encauzado el partido.

 

Tienen los amarillos una reválida ante sus aficionados, la posibilidad de conquistar tres puntos de prestigio cuando el calendario ya entra en una contrarreloj. Porque la Liga, cuando se cruce la frontera de Zaragoza, habrá cubierto dos tercios de su calendario. El momento de la verdad se aproxima.