Apasionada lucha por ganar el factor cancha en las eliminatorias de la Eurocup

 

El nuevo formato de la Eurocup de baloncesto, teórica segunda competición de clubes a nivel continental, ofrece un abanico de posibilidades amplias para todos los candidatos que puedan cruzar la fase preliminar y clasificarse para las rondas eliminatorias del torneo. Porque después de la Liga de las 18 jornadas del calendario regular, el título del nuevo campeón se resolverá en cuatro fases más, todas a resolver en un solo partido. La incertidumbre y la pasión entonces crecerá en esa recta final para conocer al equipo ganador, con pronósticos muy abiertos en todas las apuestas deportivas que se generen.

 

¿Es la gran oportunidad para que el Gran Canaria u otros equipos puedan llevar a sus vitrinas un trofeo europeo?. Sin duda lo es. El conjunto de Porfirio Fisac está en ese tránsito, con garantías seguras de acceder a los cruces eliminatorios que completarán el camino largo de la competición. Dieciséis equipos de los veinte que participan desde el inicio tendrán el billete para las eliminatorias y solo cuatro quedarán eliminados en esta primera etapa. Pero la prioridad también es conseguir la mejor clasificación inicial posible en los dos grupos de competición porque este criterio ofrecerá la prioridad del factor campo propio en las rondas de octavos de final, cuartos de final, semifinales y la mismísima final.

 

La Liga ACB de España puede colocar a cuatro conjuntos en esas eliminatorias. Además de Gran Canaria y Valencia Basket, que han ido codo a codo en el grupo II, también Joventut de Badalona y Manresa bregan con idénticas intenciones en el grupo I. La organización de la Eurocup ha diseñado quince partidos apasionantes, a cara o cruz, a vida o muerte, que se resolverán de la siguiente forma con el mejor clasificado en fase regular como anfitrión: ocho los días 19 y 20 de abril de 2022, cuatro entre los días 26 y 27 de abril, dos los días 3 y 4 de mayo y uno más, la gran final, el día 11 de mayo.

 

Esta nueva fórmula de competición, con play off reducidos a una mínima expresión, genera que cada partido tenga una apasionante entre los equipos supervivientes. Un viaje de ida sin retorno para el perdedor y vida extra para el siguiente asalto como premio al ganador.

 

El factor cancha es, en consecuencia, el principal incentivo aunque sin la garantía del éxito final. El Gran Canaria Arena, instalación de 11.000 personas que no ha vuelto a ver sus gradas abarrotadas desde el inicio de la pandemia del Covid19, podría tener motivos para que el baloncesto vuelva a desatar pasiones. Y, ¿por qué no?, quizá allí esta temporada sea el escenario de la entrega de una corona continental.