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Efeméride

9-2-1992: El último servicio de Roque Olsen

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 09/02/2022 - 08:18
9-2-1992: El último servicio de Roque Olsen Roque Olsen, a la derecha, con una formación de la UD Las Palmas de 1991-92 (AS)

Manuel Borrego

 

El 9 de febrero de 1992, en partido que la UD Las Palmas disputó en La Condomina de Murcia, se registra el último servicio oficial al club grancanario del técnico hispano argentino Roque Olsen Fontana. Aquel día los amarillos perdieron 2-1 ante el Real Murcia aunque físicamente su primer técnico ya no estaba presente, como en los dos encuentros anteriores, por grave enfermedad. Dirigió al equipo Germán Dévora que accedía al banquillo de forma transitoria en espera de evolución.

 

La expedición viajó a Murcia tras despedirse de Olsen, que a su vez regresaba a Sevilla para acudir junto a su familia y afrontar la renuncia al cargo que había aceptado a mediados de noviembre de 1991 en el intento de reaccionar dentro del campeonato de Segunda División.

 

Porque el vínculo emocional de Olsen hacia la UD Las Palmas era superior a cualquier adversidad. El equipo poseía una magnífica plantilla que no había logrado resultados en los primeros 12 partidos de aquel campeonato de Segunda A, a las órdenes de Miguel Brindisi. Fue una dura decisión el relevo de un técnico que había generado entre los aficionados gran expectación y que había renunciado a su exitoso cargo en el Barcelona de Guayaquil (Ecuador) para volver a la UD Las Palmas.

 

García Panasco levantó el teléfono y llamó a Olsen, el entrenador de diversas etapas y que en 1985 llevó a la UD Las Palmas al ascenso a la Primera División. 3-1, 1-2. 1-0, 2-5, 1-0 y 1-2 … Seis victorias consecutivas frente a Barcelona B, Palamós, Sabadell, Bilbao Athletic, Betis y Avilés Industrial fue la primera cosecha de la nueva era Olsen. De la decepción a la euforia en el Estadio Insular. Era la segunda mejor marca en la historia del club tras las siete seguidas firmadas por Vicente Dauder en 1963-64, año también de ascenso (Abarán 0-3).

 

Sin embargo, cada día la salud del entrenador se iba deteriorando aunque él se resistía. Acudía a los entrenamientos de Barranco Seco en el vehículo personal de Federico Páez, ex jugador y entonces asistente del club. Y sentado en el asiento junto al conductor, sin abandonar el automóvil, daba instrucciones a los jugadores amarillos y a sus asistentes técnicos, con Germán al frente, para acometer los siguientes partidos.

 

En aquella plantilla militaban jugadores como Eduardo Belza (portero uruguayo), Armando Tejera, Julio Durán, Verona, Daniel Vidal (extremo uruguayo), Kostadin Iantchev (centrocampista búlgaro), Alexis Trujillo, Rafa Rodríguez), Alberto Capón, Eduado Ramos, Orlando Suárez, Toni Robaina, Dragan Skocic (centrocampista croata), Pepe Rey (lateral uruguayo), Sergio Ozán (extremo argentino), Antonio Torres … hasta el debutante en La Condomina, aquel 9 de febrero de 1992, Juan Carlos Socorro, autor del gol canario en el 2-1 final. Incluso el ahora entrenador del filial, Tino Luis Cabrera, llegó a hacer su estreno en el primer equipo.

 

Volvió a ganar el equipo con Olsen dos jornadas después un séptimo encuentro (3-0 al Rayo Vallecano), pero ya no podía hacer desplazamientos aéreos y por carretera con el grupo, por lo que los siguientes tres partidos fueron dirigidos por Germán mientras Olsen estaba en manos médicas tras volver a su residencia familiar.

 

Para su relevo en el cargo tras el partido de Murcia, la UD Las Palmas contactó con Benito Joanet, que había dejado un gran sabor de boca en el CD Tenerife con el ascenso blanquiazul a Primera en 1989 (promoción frente al Betis). Sin embargo Las Palmas no levantó el vuelo con él; al contrario. Y al final de temporada el equipo cayó por primera vez en su historia en la Segunda División B.

 

Olsen cerró hace ahora tres décadas su ciclo oficial de encuentros dirigidos a la UD Las Palmas, en cuatro etapas, con 145 partidos. Aunque ese último encargo no lo pudo completar. Falleció en Sevilla el 14 de junio de 1992, a los 66 años de edad, días después de haber concluido una temporada aciaga que tuvo un caro coste social, económico y deportivo para la entidad grancanaria.