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"Gento nos volvía locos cuando atacaba"

Paco Castellano rememora los cruces de la UD Las Palmas con el fabuloso extremo cántabro del Real Madrid: "Aparicio sufría mucho con su marcaje"

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 18/01/2022 - 12:01
"Gento nos volvía locos cuando atacaba" Germán, Castellano y Martín saltando en Madrid; a la derecha Gento (TA/RM)

Manuel Borrego

 

Paco Gento, estrella del fútbol español desaparecido a los 88 años de edad, fue uno de esos rivales que marcaron a los futbolistas de la UD Las Palmas. No solo por su condición de verdugo, sino por la humanidad que desprendía “con su sencillez, por su humildad” pese a haber hecho cima muchas veces en su trayectoria profesional.

 

Así lo recuerda Paco Castellano, el defensa internacional de la UD Las Palmas que se midió ocho veces a Gento (con el Real Madrid) sin poder saborear la victoria. “Quien podría hablar de Gento es Ernesto Aparicio, porque lo tuvo que marcar muchas veces en estos partidos. Lo pasaba muy mal porque era un futbolista muy veloz, el más rápido que yo he conocido en un terreno de juego. Se ponía frente al Capi, echaba el balón por un lado y corría por el otro. Y había pararlo como sea porque ya el peligro estaba montado”.

 

Ese fútbol de antaño, como extremos tan específicos, lo disfrutó un gran Real Madrid de la época con Gento en una de sus bandas. En aquel momento la UD Las Palmas atravesaba su etapa más larga como equipo de Primera División (19 temporadas consecutivas) y ese ciclo dio incluso para pelear codo a codo dos años con el Real Madrid por el título de la Liga.

 

“Me acuerdo perfectamente de él y de sus compañeros. Gento nos volvía locos atrás (en defensa) cuando atacaba. No solo Aparicio sufría mucho con su marcaje. Teníamos que ordenarnos con rapidez porque era un jugador goleador o bien entregaba balones peligrosos. Se aprovechó mucho de su juego Amancio, un futbolista muy listo en el área”, revive Castellano.

 

“Cuando gento arrancaba era imparable. Nunca lo marqué directamente pero sí salí a los cruces para ayudar al lateral. Alguna vez le di fuerte, lo tocaba, para frenar sus jugadas. Pero era un futbolista maravilloso y una persona extraordinaria que sabía respetar al rival. Le daba la mano, lo levantaba y seguíamos jugando. Nunca hizo un reproche. Por eso”, matiza, “te dabas cuenta de que era una persona humilde, sencilla, que no sacaba ventaja por ser una estrella de nuestro fútbol. Fue un jugador muy importante para su equipo y para la selección española. La afición del Estadio Insular también lo respetaba mucho cuando nos visitaba”.

 

Paco nunca coincidió con Gento en la selección, pero sabía que “sin entablar una amistad con él, las referencias que nos daban siempre fueron muy buenas. Por eso hoy me apena su muerte. Nos deja en el recuerdo aquellas jugadas que no vi en otros futbolistas de la época”.