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Perfiles

Mosquetero Loiodice

  • ENTRE BASTIDORES
  • 26/10/2021 - 10:01
Mosquetero Loiodice Enzo Loiodice se prepara para el golpeo con su pierna izquierda, una de las virtudes del francotirador galo (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Enzo Loiodice pertenece a una escuela de fútbol de alta gama: la tricolor de Francia. El centrocampista galo enlaza su segunda temporada en la Liga española, con un reconocimiento previo que le permite conocer mejor las dificultades del bosque de la Segunda División. Y, aunque no dé esa impresión por su prestancia futbolística, en apenas un mes celebrará el vigésimo primer aniversario personal, con recorrido fuera de casa desde muy temprano con paso por el fútbol inglés (Wolverhampton, donde solo actuó en dos encuentros).

 

Silencioso y eficiente. Pero no deja de tener también señales brillantes en su aportación. Esos tres adjetivos podrían liderar el informe técnico de un jugador que, al llega a la UD Las Palmas en 2020, generó comentarios de sorpresa en las secciones de fútbol de los diarios L’Equipe y Le Figaro. No entendían cómo una figura emergente del país llegaba, con una cotización de 4 millones de euros, podría llegar libre a un club de España.

 

El Loiodice que disfruta la UD Las Palmas en 2021-22 debe de estar cerca del centrocampista de amplias prestaciones que pronosticaban en su paso por las selecciones inferiores de Francia, desde sus orígenes en Dijon.

 

Al margen de su notable presencia física subrayaban tres valores en su juego en zona ancha:

 

* La precisión de sus pases en los cambios de juego, habilitando a futbolistas que avanzan por los laterales

 

* La protección exquisita del balón, para prolongar la posesión de su equipo

 

* Una inteligencia táctica natural, no sólo para leer buenos pases sino para anticiparse a las acciones rivales

 

Y ya desde entonces advertían de un poderoso disparo a larga distancia con su pierna zurda. Lo ha podido comprobar el Alcorcón el pasado fin de semana, cuando el mosquetero de los amarillos hizo diana y abrió una brecha en el marcador. Esa virtud, que se ha dejado entrever en su estancia en la Liga, debe convertirse en una herramienta más de ataque para un UD Las Palmas que pretende ser imprevisible.

 

Faltó también añadir que recorre con su mosquete al hombro entre 10 a 12 kilómetros en cada partido, conjugando con su alter ego en la zona ancha sea Sergio Ruiz, Fabio o ahora Nuke Mfulu. Loiodice encaja con todos.

 

El joven galo, séptimo jugador de su país que ingresa en el historial del club grancanario, se ha metido en la piel del equipo. Y el equipo en la suya. “Me estoy divirtiendo en la UD Las Palmas”, confesó en Dijon el pasado verano. La palabra “increíble” la acuñó incluso para hablar del ambiente de los clásicos canarios y de su contexto vital en la isla.

 

Y si un jugador de su calidad se divierte, se asocia a jugadores que sólo sonríen como tiene alrededor, no es extraño que de Loiodice acabará corriendo ríos de tinta. Lo tiene todo para ello.

 

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