Publicidad

Menos balón, más peligro y el rival no lo vio

  • EL OTRO PARTIDO
  • 27/09/2021 - 10:47
Menos balón, más peligro y el rival no lo vio Moleiro, Viera y Jesé, tras una acción de ataque frente a la Ponferradina (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Jon Pérez Bolo, entrenador de la SD Ponferradina, prácticamente centró su argumentario de la derrota en los escasos tres minutos concedidos por Gorka Sagués Oscoz como tiempo extra en la segunda parte. El técnico del hasta entonces líder de la Segunda División evitó hablar de la otra realidad del encuentro ante la UD Las Palmas, donde una apisonadora futbolística pasó por encima de su equipo durante más de ochenta minutos. Pero él no lo apreció o, al menos, no lo valoró públicamente.

 

Se fijó también en que los dos goles (Pejiño y Peñaranda) fueron errores propios y “determinantes” en el partido. Pero no se acordó de las abundantes oportunidades en que la UD Las Palmas se aproximó hasta su portero Amir, que recibió disparos muy cercanos en oportunidades que se iniciaron tras una correcta presión al rival o interpretación del juego vertical. Y muchas de ellas por las bandas.

 

El volumen de aciertos de la UD Las Palmas en este reciente partido es muy alto. Quizá de lo mejor en las dos últimas temporadas por la actuación de los amarillos y por el desarme de un equipo bien aceitado. Las sociedades internas que se han generado en esta oportunidad, desmontando el plan de asfixia de los leoneses, merecen elogiarlas porque es un buen camino para que el conjunto de Pepe Mel pueda progresar en la clasificación. Por eso, el 2-1 final es casi una anécdota con excesivo premio para los visitantes.

 

Y lo hace con un dato a tener en cuenta: Menos balón, más peligro. El 55% de posesión de la Ponferradina nada significó a nivel de dominio, salvo esos tres minutos a los que se agarra el técnico rival y los instantes posteriores al tardío gol de Medina. Las Palmas supo qué hacer con sus 66 recuperaciones, firmar dos tantos y obligar al portero del equipo menos goleado de la categoría a realizar seis paradas (poste al margen).

 

Cada rival, cada encuentro, tiene su lectura. La que interpretó esta vez el once de Pepe Mel genera la esperanza que reclaman los aficionados que este sábado acudieron en más de 10.000 personas al recinto de Siete Palmas.

 

Todo ayudó: el temprano gol, la imaginación de Viera, los imprevisibles movimientos de Moleiro, la daga de Pejiño, la generosidad de Jesé, las piernas de Peñaranda, … y la seriedad defensiva en bloque. Por vez primera esta temporada el gol rival llegó desde muy lejos, con mucho acierto del tirador y traidor bote del balón. Aún es pronto, pero el equipo de Mel ha dado una señal para poder frotarse las manos. Hay que repetir.

 

Noticias relacionadas