2-1: La UD saca el látigo y desnuda al líder

El equipo de Pepe Mel mereció una goleada amplia, aunque el tanto berciano en los minutos finales deslució el marcador a favor grancanario

Pejiño celebra su gol, el primero de la tarde ante la Ponferradina. A los 15 minutos debió ser relevado (C. Torres)

Manuel Borrego

Por fin una victoria para crecer, para llenarse de moral. La UD Las Palmas desarmó a la Ponferradina con un juego incisivo, asociativo y con mucha pimienta en ataque. Los amarillos sacaron el látigo ante el líder, al que ya habían puesto boca arriba en el primer periodo con los goles de Pejiño -que no pudo seguir por lesión instantes después- y de Adalberto Peñaranda.

El partido se abrió desde el 1-0 como un melón. Y el conjunto amarillo actuó con inteligencia ante un rival consistente. Sus lanzaderas buscaron constantemente el área berciana para perforar en la búsqueda de mayor renta y de congratular a una afición que se olvidaba de los últimos resultados. Lo peor de la tarde fueron, sin duda, los obligados relevos de Pejiño y Loiodice por sus respectivas lesiones. Y también el gol de última hora de la Ponferradina, que no hace justicia a lo acontecido. Porque si algo debió pasar fue una goleada grancanaria y no el 2-1 final.

Las Palmas abordó un encuentro que tenía tintes delicados con determinación y con una letalidad en los últimos metros acorde con el potencial de la plantilla que se ha reunido en torno a Pepe Mel. El 0-0 tardó 53 segundos en quebrarse tras una jugada en la que participaron Sergi Cardona (robo), Jesé Rodríguez (profundidad y asistencia) y Fran Pejiño (disparo cruzado).

En un instante Jon Pérez Bolo, casi sin llegar al recinto insular, debió recordar la maldición propia ante el equipo amarillo. Si sus planes eran los de esperar o presionar, en esta ocasión los papeles se intercambiaron. Porque con el 1-0 la Ponferradina tenía que asumir responsabilidades si quería mantener la condición de líder con la que había acudido al estadio de Gran Canaria.

Raúl Fernández tuvo también su momento en ese inicio frenético de partido. Yuri logró introducirse por detrás de los zagueros locales y chutó cruzado a los 5 minutos. Pero el portero vasco mostró su concentración y reflejos para devolver el balón, rechazándolo.

Las Palmas quería más. Los de arriba sacaron el látigo. Se asociaban con velocidad y verticalidad. Jesé, a los 7 minutos, tuvo el 2-0 tras una jugada de Pejiño y Moleiro. Pero el ariete disparó alto cuando encontró el balón suelto en el corazón del área.

Ya para entonces los amarillos desplegaban el contragolpe que quizá tenían previsto los jugadores del equipo berciano. El 1-0 modificó planes y, aunque Las Palmas pudo resentirse con la temprana lesión de Pejiño, lo cierto es que su ambición fue a más. Jonathan Viera ejerció entonces como maestro de ceremonias en las acciones de contragolpe. A los 23 minutos encontró un carril para que Peñaranda demostrara lo que le ha llevado a ser uno de los atacantes más importantes del entorno Vinotinto. El venezolano corrió con amplia zancada y colocó el balón con suavidad por encima del portero visitante.

El encuentro se colocó en el lugar que quería Viera y su tropa. La única preocupación de la tarde eran las lesiones de Pejiño y más tarde de Loiodice, atendido con una posible luxación de hombro. El galo quería seguir, pero al descanso Fabio González ocupaba su lugar en el once sin que el equipo se resintiera en esa zona de tanta labor.

Las ocasiones empezaron a decaer tras una frenética primera mitad, aunque Jonathan Viera envió un balón al poste -previa toque del portero Amir- al culminar una jugada de Jesé. Corría el minuto 55 y el encuentro pudo tener su finiquito en ese momento.

Las Palmas tuvo la virtud de protegerse bien. Los cambios abundantes y significativos que realizó Bolo no alteraban la dinámica de partido. Porque los amarillos seguían estirándose tras presión y robos, con mejores ideas e intenciones. El portero salvó un disparo de Clemente y una llegada de Peñaranda tras jugadas de Viera.

Hubo suspense en los minutos finales cuando Medina, en un lejano libre directo, logró marcar el 2-1. Ni había hecho méritos la Ponferradina para esa conquista ni Las Palmas defectos. Sin embargo, el partido no pasó peligro y los puntos se quedaron en Gran Canaria. Aunque el dato de portería a cero se esfumó entre los dedos. Habría sido lo justo.

Alineaciones:

Las Palmas: Raúl Fernández, Alvaro Lemos, Ferigra, Eric Curbelo, Sergi Cardona, Mfulu, Loiodice (Fabio, 46), Jonathan Viera (Sadiku, 83), Pejiño (Peñaranda, 19), Moleiro (Oscar Clemente, 72) y Jesé (Claudio, 83)

Ponferradina: Abedzabech, Paris Adot, Copete, Pascanu, Ríos Reina (Pujol, 72), Medina, Erik Morán (Cristian, 46), Dani Ojeda, Naranjo (Saverio, 46), Yuri (Becerra, 65) y Edu Espiau (Zalazar, 46)

Goles. 1-0, 53 segundos. Robo de Sergi Cardona en las proximidades del área. Conecta rápido con Jesé y éste, tras profundizar, coloca el balón hacia el punto de penalti donde dispara cruzado. 2-0, m. 23. Rápido contragolpe amarillo que Viera lanza en profundidad para que Adalberto Peñaranda, con amplia zancada, alcance el área y toque con la zurda suavemente superando al portero Abedzabech. 2-1, m. 87. Falta directa que ejecuta Medina y sorprende de lejos a Raúl Fernández, junto al poste.

Arbitro: Gorka Sagués Oscoz (Colegio Vasco). Tarjetas amarillas a Ferigra (Las Palmas), Naranjo y Edu Espiau (Ponferradina).

Pormenores. Partido de la séptima jornada del campeonato de Liga de Segunda División. Turu Flores hizo su estreno como segundo entrenador de la UD Las Palmas. Mensajes de ánimo de los dos equipos a los palmeros y ovación de los aficionados a la isla hermana. Hizo el saque de honor la tenista grancanaria Carla Suárez.