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La previa

Las promesas valen, pero las victorias son las que cuentan

  • CRÓNICAS
  • 24/09/2021 - 17:12
Las promesas valen, pero las victorias son las que cuentan

Manuel Borrego

 

La UD Las Palmas se pone como objetivo mantener la tradición como anfitrión de la Ponferradina y verdugo reconocido de su técnico Jon Pérez Bolo. En las anteriores visitas del conjunto berciano no lo hizo en las condiciones de euforia con la que ahora llega al Estadio de Gran Canaria, con cinco triunfos de seis posibles y la bandera del liderato de Segunda División en sus manos. Sólo el Tenerife en el Heliodoro fue capaz de poner freno al rival de este sábado.

 

Y, además, encuentra a un adversario amarillo que ha encadenado varios resultados con aroma a decepción y momentos inconstantes en su juego. Pero todo no sirve sino para añadir incentivos a los jugadores de Pepe Mel, en un instante de la Liga en que su equipo no debe aguardar más a la hora del despegue. Y no es una referencia exclusiva a los marcadores.

 

No se espera en el Estadio de Gran Canaria a un rival tan dócil como lo fue hace apenas cinco días el Burgos CF en El Plantío. Parece poco imaginable que la Ponferradina opte por esperar desde las profundidades de su retaguardia a los acontecimientos que puedan generar los amarillos, de nuevo con la baja de Sergio Ruiz y quizá con planteamiento de hacer crecer a la dupla organizativa Viera-Moleiro.

 

El despertar de la UD Las Palmas está aún por llegar. Aunque en realidad esa reacción pasa primero por emitir ante sus oponentes mayor seguridad, cometer los mínimos errores posibles y volver a atinar en la portería rival. Ese fue el principal hándicap del encuentro de la última jornada.

 

Las Palmas acude al partido con muchos incentivos propios; el primero de ellos complacer a su fiel parroquia que aborda cada jornada en casa con cifras por encima de las 10.000 gargantas. Afronta este sábado la primera de sus dos batallas consecutivas en casa, que le permitiría engancharse a los vagones delanteros de la clasificación o al menos empezar a enderezar la proporción entre los jugadores incorporados al proyecto y una clasificación que refleje las propias convicciones de Pepe Mel: Las palabras valen, pero los hechos en forma de victorias son los que cuentan. Porque el mensaje también se puede aplicar sobre sí mismo.

 

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