La previa

Los 12 amarillos, a por el equipo a batir

Manuel Borrego

 

Es como si el entrenador del Real Valladolid, Pacheta, no conociera el terreno que a partir de este domingo va a pisar su candidato equipo recién retornado de la Primera División. Esa jungla de la Segunda División “Será un duro camino”, “no un camino de rosas”, “una batalla de maratón con 42 jornadas”, … pero “en mayo tenemos que ascender”, sentenció antes de coger el avión y presentarse en Gran Canaria.

 

Esa presión añadida para los jugadores violetas se la va a agradecer el resto de candidatos: los de boca grande y los que quieren convertirse con el paso de las jornadas en gallos ‘tapaos’. Y todo empieza por la UD Las Palmas, el equipo de las magníficas sensaciones en el verano pero cero puntos aún en la clasificación. Como todos.

 

La Segunda División es la categoría más democrática del deporte profesional porque las puertas están abiertas por arriba y por abajo. Y en la parrilla de salida todos los conjuntos esperan cerrar primero la inferior para luego mirar con soltura al frente. Poner plazos en un terreno tan movedizo es un error que, en esta ocasión, no se escucha en la isla.

 

El primer rival de la UD Las Palmas se ha señalado a sí mismo como el equipo a batir. Y eso es lo que intentarán los doce amarillos que izan bandera de combate a las nueve de la noche de este domingo. Los once que elija Pepe Mel y el duodécimo que impulsa desde la grada. De nuevo juntos y de nuevo con una misma ilusión que, de momento, es un deseo.

 

El entrenador ha anunciado sorpresas después de valorar a varios futbolistas que le han sorprendido. Quizá sea la de Alberto Moleiro, el juvenil que “ha dado un paso al frente” y que en siete ocasiones en 2020-21 estuvo muy cerca del debut en el fútbol profesional. Ya lo había hecho antes en Tercera y en Segunda División B, con Yoni Oujo y Juan Manuel Rodríguez respectivamente.

 

Las Palmas ha tenido todo el verano para preparar el partido desde que conoció el calendario. A nivel de despachos tiene más avanzado ya que el propio Valladolid. Pero en el campo de batalla, dos maneras de concebir el fútbol con dos sistemas distintos.

 

Los tres primeros no dan el ascenso o la permanencia. Ni siquiera muestran la deriva del resto de la temporada. Pero es una dosis de realidad que no se alcanza solo con palabras.