El fútbol saldó sus deudas con el Sanfer

Pedro González, en 2017, tras la primera eliminación de la UD San Fernando. Este domingo fue autor de uno de los goles ante el Tenisca (C. Torres)

Manuel Borrego

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La llegada de la UD San Fernando a la antigua Segunda B, ahora por la puerta de la Segunda RFEF, sutura una colección de heridas que se generaron en las tres anteriores oportunidades de intentos de asalto.

El equipo de Maspalomas, en realidad una entidad joven en la Tercera División, sentía que el fútbol les debía algo. Con la misma presidencia de Serafín Herrera ha recorrido seis temporadas en las que trató de no causar indiferencia desde el momento que apareció en la división más elevada del fútbol insular.

El fútbol tenía una colección de deudas con el Sanfer. Empezando por el propio técnico Tino Déniz, que llevó al equipo a las puertas del éxito en 2017 y especialmente en 2018, con la final malograda frente al Durango esta última.

En aquella plantilla también estaba el portero Santi Hidalgo, que ahora puede saborear el ascenso desde su posición de director deportivo. Y jugadores como Andrés, Israel y Pedro González ya conocieron los primeros intentos frente al CD Tuilla asturiano y Ecija Balompié. En este último cruce, el Sanfer llegó a remonar un 2-0 andaluz con un 3-0 en Maspalomas. Pero un gol encajado en los minutos finales abortó la alegría.

Otros jugadores se fueron incorporando al proyecto, con Choolany o Echedey Mayor. Desde dentro disfrutaron en 2018 de los emotivos partidos de eliminación contra Marino de Luanco y Borja, para luego ceder frente a la Cultura de Durango.

Y del asalto de la pasada temporada, en el municipio Herreño de Frontera, aún permanecen en plantilla los David Alamo, Andrés, Stephane, Javi Navarro, Pedro González, Nava, Echedey Mayor, Fuli, Alejo Jorge, Eleder, Israel ... y hasta el mismo Fermín, portero lesionado que está ya en la recta final de su recuperación.

El éxito del San Fernando no fue casual, no llegó de repente. Hubo lágrimas de dolor y abundantes antes que llegaran las de alegría.