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Adrián Déniz

"Creí que no salía vivo del aeropuerto, que me mataban de cariño"

El presidente del ascenso de 1996 rescata la tranquilidad que transmitió la afición para "convertir una locura en una temporada de cordura"

  • 25 AÑOS DE UN AVE FÉNIX
  • 21/06/2021 - 11:08
"Creí que no salía vivo del aeropuerto, que me mataban de cariño" Adrián Déniz, con Pacuco en 1996, y en la actualidad (N.R. / C. Torres)

Manuel Borrego

 

25 años después la gente aún detiene por las calles de la capital grancanaria a Adrián Déniz, el presidente que mantuvo el timón para el ascenso de 1996. Comandó la salida del equipo tras cuatro años en la sombra de la Segunda División B y con su tono optimista habitual, aliñado con una gracia personal en los comentarios, aplicó la filosofía del hombre sereno para que los profesionales del balón hicieran su trabajo.

 

A Déniz le cambió la vida aquella liguilla de junio de hace un cuarto de siglo. "La gente todavía me habla de fútbol, de aquel equipo. Yo no hice nada especial", comenta antes de valorar que "la afición sí fue crucial porque en todo momento nos transmitió paciencia. Convertimos entre todos la locura del fútbol en una temporada llena de cordura".

 

Adrián, el hombre de Sialsa proyectado en la presidencia del consejo de administración de la UD Las Palmas, vivió con naturalidad aquellos días de gran entusiasmo general. El 22 de junio acudió al partido del Martínez Valero, acompañado en Elche por todos los miembros de su consejo de administración y un millar de aficionados amarillos. Desde la distancia temporal confiesa que ni siquiera ese día tan especial, después de cuatro triunfos previos consecutivos, sus pasiones se descarrilaron: "Me acuerdo con fui al encuentro como siempre, pero estaba convencido de que de ese día no iba a pasar el logro del ascenso. Que de allí íbamos a salir con la victoria. No tenía la inquietud que sí comprobaba en otras personas. Comprendo ese momento", explica a los lectores de Tinta Amarilla. Por eso "mi cara de expresión no fue distinta. Soy así. Lo único que sentí al final del día, después de verme a hombros de mis compañeros, fue un ¡ya está!. Esta noche podré dormir tranquilo porque hemos complido el objetivo. Estaba completamente sereno".

 

Sin embargo, aunque ya tenía noticias de cómo se había vivido el 0-4 en Gran Canaria, la cosa cambió a la llegada del chárter. "Por un momento creí que no iba a salir vivo del aeropuerto, que me mataban de cariño. Las personas que estaban allí querían abrazarnos a todos. Y no de uno en uno (...) Juro que por momentos me sentí en peligro de aplastamiento. Lo que vivimos aquella noche fue algo inolvidable".

 

Sus recuerdos:

La gestión serena

"Era consciente perfectamente de todo lo que estaba pasando en aquel momento. Pero había que gestionar el club desde la serenidad. La afición nos transmitía esa tranquilidad. Durante toda la temporada no hubo gestos de la grada en contra de cómo estaba el equipo o cómo iba ese proyecto; ningún reproche contra el entrenador o algún jugador. Había un poco de oposición a nivel de medios informativos, que estaba dirigida al entrenador. Pero se transmitía algo que en realidad no estaba ocurriendo en el equipo. Nosotros teníamos esa convicción de saber que todo iba correcto. Porque la Unión Deportiva estaba en cabeza (en la fase regular) y había una crítica de la que estaba seguro de que no tenía que ver con el fútbol (...) Siempre pensé que el fútbol tenía un componente de locura, que puede convertirse en un manicomio. Y desde la tranquilidad comprendimos que había llegado el momento de la cordura"


"Para mí fue clave todo el año el apoyo de la afición. Y ya en la liguilla todo se desbordó, porque la ilusión se veía en todas partes. El Estadio Insular superó su aforo de una manera que hoy no podría producirse, no sólo por la pandemia sino por los protocolos de espectáculos. Para mí era la afición más cuerda de España, porque tenía muy claro lo que había que hacer para ayudar a su equipo, que hizo bien su trabajo. Esa afición debemos volver a recuperarla"

 

La venganza de Chili

 

"El caso Chili (apartado del equipo unos días durante la liguilla) fue muy fácil de gestionar. En realidad, nada. Tenía algún problema con el entrenador de orden disciplinario. Un tema de poca monta ... Chili quería vengarse y dijo que fastidiaría a Pacuco marcando goles cuando lo pusiera a jugar. Y yo le dije al míster. ¡Pues ponlo!. Eso fue lo que pasó. El jugador quería ser titular"

La sensación tras un cambio

"Aún sostengo que aquella plantilla tenía más recorrido. Había un bloque y con un par de retoques ese mismo equipo podría pujar al año siguiente para llegar a Primera. Estaba seguro. Sin embargo, Gerencia Deportiva (los nuevos titulares que compraron en junio de 1996 el mayor paquete accionarial de la SAD) tenía otra visión. Hizo una inversión para traer jugadores con objetivos a mayor plazo. Eran los dueños y esa su decisión"

Sabía de deporte

"Si no saber de fútbol es no recordar nombres y hechos que han ocurrido, entonces no sé. Porque admito que mi cabeza está vacía de esos datos. Pero una vez me convocaron las peñas para dar una conferencia sobre fútbol. Y allí me presenté. Ofrecí una explicación excelente que la gente ovacionó. Hablé de estrategia y de táctica. En momento alguno hablé de un balón. Dije que lo primordial era ocupar el espacio central para tomar posiciones. Esa es la primera fase. Luego, que había que taponar bien las bandas del rival y tener siempre la opción de mover tus piezas con diversidad, además de encontrar espacios detrás de la defensa para sorprender ... Así expliqué mi teoría y la gente me dijo: ¿Cómo sabe usted de fútbol, Adrián?. Respondí: Estaba hablando de ajedrez. Porque al final la estrategia en todos los deportes es la misma" (...) "A mí me gusta el deporte, sea ajedrez, baloncesto o fútbol. La estrategia es el plan de conjunto que se tiene para responder en los partidos. La táctica son los elementos que utilizas en la estrategia. Tiene que ver más con la técnica que se desarrolla para vencer al adversario. Me gusta leer a los entrenadores ingleses y alemanes. Pero del fútbol que algunos dicen saber, no sé".

 

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