Publicidad

LOS QUE PASAN REVISTA CON PEPE MEL

La garra de Chinea vs la sutileza de Diego

"Mi sobrino es un jugador diferente a mí", "le he aconsejado que para llegar al primer equipo de Las Palmas no puede esperar por nadie"

  • ENTRE BASTIDORES
  • 17/06/2021 - 09:54
La garra de Chinea vs la sutileza de Diego Dos escenas de archivo: Olivier Chinea y Diego Gutiérrez Chinea (N.R. / C. Torres)


Manuel Borrego

 

36 años después de su debut como jugador de la UD Las Palmas, procedente de la desaparecida UD Güímar, a Olivier Chinea le complace comprobar que la evolución de su sobrino le ha llevado a defender el escudo que él conoció en el Fútbol Profesional, a partir de 1985.

 

Diego Gutiérrez ya se ha estrenado a las órdenes de Pepe Mel en la recién finalizada temporada y, a partir del 5 de julio, será uno de los futbolistas que acudan al examen de filiales para la revisión técnica. La oportunidad de hacerse un hueco en Segunda División está ahora en su paso por Barranco Seco y el stage de La Manga.

 

Olivier Chinea está "sorprendido" por la evolución experimentada por Diego en las últimas temporadas. "Creo que su paso por el Albacete y, especialmente, la temporada que realizó con el CD Marino fueron determinantes. Ahí sí pude apreciar un gran cambio, en dirección al jugador que ahora conocemos. La mano de Quico De Diego se hizo notar en su juego", expresa para los lectores de Tinta Amarilla el ex jugador gomero.

 

Ambos son centrocampistas, aunque las características absolutamente diferentes. Desde que Olivier Chinea ingresó en el primer equipo de la UD Las Palmas, directo a Primera División sin pasar por filiales, los técnicos del equipo encontraron a un jugador con una garra singular. Recorría el campo de arriba a abajo, de derecha a izquierda, durante los 90 minutos. Y, aunque estaba dotado de buena técnica, puso su juego al servicio del sacrificio.


"Mi sobrino, una personal muy noble, es un futbolista diferente a mí", reconoce. "Diego es más posicional. Aunque cada año veo que está añadiendo saltos a su juego, en clara evolución. Desde cadetes hasta hoy hay un gran cambio. Mueve bien el balón, se coloca bien en el campo".

 

No deja de confesar su "sorpresa" por las apariciones en Tercera, luego en Segunda B y finalmente acabar la temporada en la UD Las Palmas. "Yo le he aconsejado que para llegar al primer equipo no puede esperar por nadie. Es lo único que tengo que decir porque todo lo demás lo pone él. Tiene las ideas muy claras y a Pepe Mel no le ha temblado el pulso para verlo arriba. Las oportunidades están para aprovecharlas", precisa antes de que acuda a la llamada estival.

 

Debe recordar también que "en Segunda División hay que luchar, pelear cada balón los noventa minutos. En mi caso, recuerdo que para mantenerme en el equipo no estaba para pedirle la camiseta a nadie. Cada balón era el más importante. Iba por todas. Ese es el fútbol que yo entendía".

 

Más de tres décadas después están enlazados dos jugadores de una línea familiar. Enlazados, pero con sus propias líneas diferenciales.