Los números asfixian el horizonte del Tamaraceite en la Segunda RFEF

B.P.

Las condiciones económicas que genera la nueva división de la Segunda División B (40 equipos en Primera RFEF y 90 más en Segunda RFEF) colocan a los clubes en difícil posición de salida, con la necesidad de buscar recursos si quieren salir a competir.

 

La primera vuelta de tuerca la ejerce la posición de AFE, que reclama una profesionalización de los jugadores en estas nuevas divisiones. El salario mínimo bruto inicial para los futbolistas de Segunda RFEF podría rondar los 3.000 euros mensuales. Ello implica que un equipo con 22 licencias seniors -todas cubiertas- requiera una cantidad de 660.000 euros para satisfacer el mínimo de su nómina de jugadores. Sin embargo, hay otras soluciones para disminuir el volumen de esta casilla. Técnicos y auxiliares, al margen.

La RFEF pide que este convenio sea de 24.000 euros anuales para el mínimo de cada jugador, pero la AFE entiende que la cifra deberá alcanzar los 38.000 euros anuales. Esa negociación sigue su proceso.

Héctor Ramírez, presidente de la UD Tamaraceite, calcula que "cada desplazamiento a la Península de una expedición del equipo supone un gasto de 3.000 euros" al menos. "Es un hándicap adicional con respecto a equipos peninsulares, que con el alquiler de una guagua pueden resolver el asunto de los desplazamientos a muchos puntos donde actúan".

 

Derechos arbitrales (1.500 euros por partido), gastos de organización y otros de infraestructura elevan las necesidades de clubes como el Tamaraceite hasta cifras que hasta ahora no conocía. "Estamos ahora en estudio de esas cifras, pero sabemos por anticipado que no podemos alcanzarla sin ayudas económicas. Nosotros no tenemos posibilidad para 8.000 abonados ni nuestro estadio genera gran cantidad de taquilla ... cuando vuelva el público", reflexiona el presidente del Tamaraceite.

 

Los derechos televisivos de esta temporada, a través de Footters, se redujeron a 20.000 euros, con descuento del pago de impuestos que ha generado un desacuerdo con la entidad grancanaria.

 

Con esta ensalada de números y tanta exigencia en el nuevo panorama de la categoría se produce la respuesta del presidente del club grancanario: "Si no recibimos ayuda económica abandonamos la Segunda B".