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Episodio 4

El tridente explosivo de los 62 goles

  • 25 AÑOS DE UN AVE FÉNIX
  • 29/05/2021 - 07:36
El tridente explosivo de los 62 goles Orlando, Eloy y Chili (Archivo N.R.)

Manuel Borrego

 

La temporada 1995-96 fue perfecta a nivel deportivo, más tarde también lo sería en el apartado económico, para la UD Las Palmas. 25 años atrás se alinearon todos los planetas y cada decisión del consejo de administración acabó siendo un acierto en la pirámide hacia el éxito.

 

Uno de ellos, sin duda, fue la unión de un tridente realizador con una producción como nunca antes o después logró disfrutar la afición de la UD Las Palmas. Porque entre Eloy (24 tantos en la Liga), Orlando (19) y Chili (19) sumaron un total de 62 goles -sólo cuarto de ellos de penaltis- entre la fase regular y la posterior liguilla de ascenso.

 

El equipo de Pacuco Rosales sumó en total 95 tantos entre los 38 partidos de la Liga regular y los 6 encuentros de la fase de ascenso. Y dos tercios de esa porción perteneció al tridente diabólico. Una pesadilla para todas las defensas, jugadores que culminaban con éxito el manchego, el grancanario y el cántabro. Cierto es que fueron rivales de la categoría de bronce, pero el estado de forma de cada uno de ellos enlazado al generoso juego que Las Palmas logró desplegar les convirtieron en verdaderos ídolos de la grada. "Habríamos jugado juntos en cualquier categoría con los ojos cerrados" afirmaba años después Orlando Suárez.

 

* Eloy Jiménez llegó procedente del Levante. Tenía 24 años cuando arribó a la isla donde se produjo su eclosión definitiva hacia el fútbol profesional. Eloy firmó 19 tantos en la fase regular y otros 5 en la promoción de ascenso. Habría que añadir dos tantos más en la Copa del Rey de ese año, frente al Mensajero. El hellinero fue el primero en marcar a los 4 minutos en Tarragona y dos de sus tantos están en la noche de autos, del 22 de junio en Elche. Más tarde, en 2000, volvería a firmar en otro ascenso de los amarillos, hecho que conserva en su ejemplar hoja de servicios. Habilidad, rapidez y generoso esfuerzo estuvieron siempre en su hoja de ruta futbolística.


* Orlando Suárez era el pequeño genio de la casa. Había debutado en 1989 con los profesionales amarillos a las órdenes de Paquito García. Tenía aún 17 años y, aunque ya la hinchada amarilla sabía de sus andanzas futbolísticas, aquel año fue uno de los mejores en cuanto a producción. Celebró 17 goles en la fase regular y 2 más en la liguilla. Pero siempre fue el mismo: imprevisible. Era capaz de firmar la misma genialidad en la tierra de Los Realejos que en el verde del Nou Camp.

* Chili Allende llegó a la UD Las Palmas como refuerzo ya avanzada la temporada, para completar todo el frente de ataque amarillo. Tenía 27 años cuando el Racing de Santander optó por no contar con él. Se incorporó a la UD Las Palmas el 4 de noviembre de 1995, en un desplazamiento con paso por Compostela. Y, de inmediato, comenzó a producir. Sus 19 goles fueron anotados en 29 partidos, muchos de ellos saliendo desde el banquillo. En espacios cortos era explosivo, con una insaciable capacidad para resolver en el área. Protagonizó el momento más delicado de la liguilla, al ser apartado por un asunto disciplinario durante unos días. Pero hasta el final su concurso completó el círculo del éxito.

 

Los restantes goles del equipo los firmaron Angel Rodríguez (10), Eduardo Ramos (7), Juan Eleder (5), Juan Carlos Valerón (3), Paquito Ortiz y Socorro (2), Edu García (1 -antes de su marcha), Jaume y José Luis Padrón (1). También se contabiliza un gol en propia puerta del jugador Martínez, del Santa Ana.

 

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