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Pipo Santana, el último futbolista de la calle

La gambeta del Carrizal, el jugador imprevisible, afirma que "nunca cambiaré" porque disfruta con el balón como su ídolo Ronaldinho

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  • 29/04/2021 - 12:04
Pipo Santana, el último futbolista de la calle José Carlos Santana, Pipo, posa para Tintaamarilla.es (C. Torres)

Manuel Borrego

 

El futbolista de la calle es una especie en extinción. Es una consecuencia del modelo social del Siglo XXI, donde el fútbol se practica más en el verde artificial de los campos, en el parqué de los pabellones y en los soportes televisivos de la play. La sociedad infantil está estructurada de otra manera distinta a la de antaño, no hace mucho. Aunque siempre hay excepciones.


Por eso José Carlos Santana Santana (Carrizal, 1 de junio de 1999) levanta tanta expectación en cada una de sus actuaciones con Las Palmas Atlético y, especialmente, con Las Palmas C. De momento su residencia federativa es el equipo de Tercera, con inmersiones ya en Segunda B, y en la UD Las Palmas están convencidos de que el jugón del Sureste no tardará en dar muchas alegrías.

 

Pipo y el balón; el balón y Pipo. Es una sociedad que tiene una larga historia aunque, en realidad, la suya sólo está empezando. "Mi primer recuerdo de la UD Las Palmas fue cuando apenas tenía dos años de edad", relata a los lectores de Tintaamarilla.es con sorprendente profundidad en su memoria. "Mi padre me llevó al Estadio Insular y recuerdo a un jugador que me entusiasmó. Esa es mi primera imagen del equipo y del fútbol. La gente aquel día lo aplaudió mucho porque había hecho un partidazo ... Era Guayre. Lo sé porque luego mi padre me hablaba de él cuando firmó por el Villarreal, cuando jugaba en Primera, ... Y ahora es mi entrenador -asistente en Las Palmas Atlético-. Nunca olvidaré aquel momento".

 

Pipo está también convencido de que su estilo le llevará hasta el fútbol profesional. "Y no lo cambiaré jamás", dice. "Creo en el fútbol de la calle, aprendí mucho allí y lo pongo en práctica". Aunque "es verdad que tengo que mejorar aspectos de mi juego, especialmente en defensa. Pero me gusta pisar el balón y eso siempre vendrá conmigo".

 

Anda haciendo diabluras con el esférico desde los tres años de edad. Carrizal CF, Las Majoreras CF, (una incursión en la Massía del FC Barcelona para realizar unas pruebas), filiales del Sevilla, Rayo Vallecano y Gimnastic de Tarragona fueron sus escudos antes de llegar al destino de sus orígenes futbolísticos, la UD Las Palmas, en el División de Honor juvenil.

Así es Pipo, el de la gambeta del Sureste, el admirador de Ronaldinho, el del gol de rabona, el del penalti indirecto, ... el jugador imprevisible que pelea por cumplir un sueño y hacerse un hueco en los corazones amarillos: "Soy zurdo, sí; pero de los que quieren aprender a manejar la pierna derecha, la no hábil", se describe a sí mismo.

De Gran Canaria a Sevilla

"Me marché a la Península cuando tenía 12 años, para cumplir 13. Era un niño, demasiado niño. Los primeros meses los pasé muy mal. Lo reconozco. Lloraba continuamente en Sevilla. Pero luego mis padres me ayudaron con sus palabras. Me decían que fuera positivo, que miraba por mí si tenía el sueño de jugar al fútbol a nivel profesional. Me tocó madurar desde muy joven"

El viento y la Playa del Burrero

"Estuve acompañado al principio por mi representante y por mi hermano. Luego mis padres se vinieron a Sevilla. Lo que más echaba en falta era a mis padres; también a mis amigos, ... Echaba de menos Carrizal. Estaba allí con más gente, compañeros en la misma situación, pero en realidad estaba solo. Tenía que pedir permiso a las personas con las que no tenía una relación familiar. No podía comprenderlo bien. Es complicado explicarlo (...) Eché de menos el viento y la Playa del Burrero. El Guadalquivir no era una playa (risas). Bañarme ... ni tocarlo"


"Pero aprendí. Es verdad que la comida y algunas tareas las recibía, incluso la ropa la lavaban. Pero tenía que organizarme desde muy pequeño para no depender de nadie. Hoy lo veo de otra manera. Creo que es algo que ayuda a madurar, a soportar esos momentos difíciles"

En la calle aprendes y enseñas

"Correcto. Yo me veo como un futbolista de la calle. Sé que ya no se juega al fútbol así en muchos lugares. Pero sigo disfrutando en la calle del fútbol. Creo en eso modelo de formación; aprendí mucho y lo pongo en práctica (a nivel federado) en todos los partidos. Aprendes el juego de tus amigos y también enseñas. No cambio ese modelo porque lo conozco, es el lugar de donde procedo (...) Sí, es verdad que Carrizal tiene mucha cuesta, pero hay canchas callejeras para jugar al fútbol. Hay que encontrarlas. Cada cien metros hay una"

Un reflejo de Jonathan Viera

"Me identificaría con Jonathan Viera, que es un jugador igualmente formado en lugares similares. En esos partidos se mejora mucho el uno contra uno, el regate o el salir de situaciones imposibles. En el fútbol once complementas el juego con otros aspectos. Cuando me vean en el campo hacer un regate ‘de los míos', eso viene de lo que practicaba con mis amigos. Me he divertido mucho y pienso seguir así"

Mi ídolo, Ronaldinho

"Siempre mi ídolo fue Ronaldinho (Guacho). Me identifico totalmente con su fútbol. Siendo nostalgia suya. Pagaría por verlo jugar de nuevo, ahora mismo. Me parece un futbolista fuera de serie. Me sorprendía todo: su magia, las faltas, los regates, ... cosas que nadie hacía o nadie se atrevía a hacer. Era diferente, era él mismo (...) Y su sonrisa. Reflejaba en el campo la felicidad que lleva encima. Y yo lo hago también, todos los días. Vengo a entrenar para divertirme. Si lo haces así serás mejor como jugador. ¿Terminar con una rabona en un contragolpe?. Salió así (en un reciente partido). No voy a cambiar jamás".


"Es verdad que tengo que mejorar cosas; no para cambiar mi estilo de juego. La mejora me refiero a pulir aspectos de mi juego, especialmente en defensa. Eso nos pasa a todo. Pero me gusta pisar el balón y eso siempre vendrá conmigo".


"Me tomo como mejor consejo uno de Yoni Oujo, que me pide que extreme la confianza en mí mismo. Porque antes tenía alguna incertidumbre. La confianza es algo fundamental: La noto y así soy capaz de disfrutar en el campo. Esa libertad es la misma que cuando juego en la cancha (callejera)"

Noto que estoy acercándome

"Sí, aprecio la progresión. Año a año. Siento que estoy a un pasito de dar el salto (al nivel profesional); estoy acercándome. Voy a seguir trabajando para que se dé la oportunidad (...) En todos los partidos noto que estoy acechado por los jugadores rivales. Me colocan alguna marca personal o me presionan con dos futbolistas. Me gusta que sea así, porque obliga a buscar soluciones. Tengo que jugar con ello, debo ser listo. Si dos me presionan habrá un compañero solo. También lo puedo aprovechar de otra manera"

El ritmo de Segunda B

"Tanto en Segunda B como en Tercera me he sentido bien. He jugado ya en las dos categorías. Como todos quiero llegar al primer equipo y los pasos de cantera están ahí. Cuando llegue estaré preparado. La diferencia de las dos categorías está en el ritmo de juego. El fútbol tiene muchas similitudes en las distintas divisiones en las que he jugado" (...) "En el Estadio de Gran Canaria he jugado partidos con el Esperanza. Es un buen campito para disfrutar"

Mi mejor gol, en Guía

"Mi mejor jugada o mejor gol fue el que marqué en el campo del Guía. Me recordó a jugar en la calle, que estaba con mis amigos. Hice una pared con Josemi, que me devolvió de tacón. Se anticipó Brian Fajardo pero metí derecho para anticiparme (ganar la posición). Quedó el balón frente a la portería, sin embargo llegó otro defensa pero pisé el balón, lo llevé hacia atrás para esquivarlo y poder disparar luego con potencia a portería. Juego mucho con las pisadas (al balón) y es lo mejor que se me da"

Si no hay balón, pesca

"¿Si no hubiese sido futbolista?. Estudiaría y me pondría a trabajar. Me gusta la pesca: salemas, sargos, ... desde la orilla. Todavía no conozco la pesca en barca. Quizá algún día, a ver si pillo un bonito para llevarlo a casa"


Tres jugadores y un destino

El destino ha querido unirlos en filiales de la UD Las Palmas. Pipo Santana (en el centro) fue compañero juvenil de Fran Carmona (izquierda) en los filiales del Sevilla. Y más tarde coincidió con Sergi Cardona (derecha) en la cadena del Nastic. Ahora, los tres, juntos con el amarillo tiñendo el cielo.

 

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