La previa

Un alud de elogios a la UD pasea por el alambre

Manuel Borrego

En pocas horas los aficionados de la UD Las Palmas sabrán si lo ocurrido esta misma semana frente al CD Lugo fue flor de un día o tendrá continuidad. Y si no de forma tan prodigiosa como marcó el 6-1 frente al conjunto gallego, sí al menos de manera audaz ahora con la visita del Real Mallorca.

Un alud de elogios se ha despeñado después de la última exhibición ofensiva, en un día de 22 disparos a puerta y una colección de ocasiones. Las palabras más recientes proceden del entrenador rival inmediato, Luis García Plaza, que no ha hecho rebaja en sus valoraciones con los amarillos.

Y es ahí donde se pase por el alambra la autoestima de los grancanarios. O, mejor, la calidad colectiva para mantener un nivel de juego tan alto como el que se demostraron frente al Lugo ... aunque con permiso del equipo visitante, que desnudó en público todos sus problemas.

Pepe Mel se ha reservado el once aunque, salvo que tenga contratiempos con algún futbolista, lo cierto es que los victoriosos once iniciales de la última jornada no dejaron motivos para variaciones.

Es un partido de importancia notable también. Primero, porque seguiría fortaleciendo una permanencia que no está aún sellada. Y luego, por la profundidad que tiene el ganar a un equipo llamado este mismo año para el ascenso y dejar para las jornadas finales la opción de que la mente también levante el vuelo.

El alud de palabras bonitas ha caído. Los amarillos eligen entre vestirse con ellas y seguir mostrándose o sepultarse. Porque tanto elogio tiene también condimentos tramposos.