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50 Años sin el Mariscal

El fútbol según Juanito Guedes

Por José Manuel León

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 08/03/2021 - 10:57
El fútbol según Juanito Guedes Leon y Guedes, en una imagen retrospectiva de un viaje a Sabadell (JML)

José Manuel León, recordado jugador de la UD Las Palmas, escribió en Tinta Amarilla (versión blog) un artículo dedicado a Juan Guedes, para describir una síntesis de lo futbolista que había conocido en la UD Las Palmas. En el contexto del 50 aniversario de la muerte del Mariscal, rescatamos la versión de su compañeros. Decía lo siguiente:

 

Guedes tenía una planta espectacular y con eso ganaba todo el escaparate. Tenía un toque de balón de alta escuela y con eso conquistaba alianzas en los terrenos de juego y asumía con naturalidad la atención del equipo rival. Pero lo que realmente distinguió entre nosotros a Juanito fue que era un pedazo de ser humano, un amigo, un compañero de los de verdad. Fue un gran líder dentro de esta UD Las Palmas que tanto hizo disfrutar, una pieza clave de todo aquel entramado.

 

Recibía en el vestuario a los debutantes con un "¿le falta algo?" y a partir de entonces todo funcionaba correctamente en el equipo. De Guedes podríamos contar muchas cosas de las que hizo en los terrenos de juego. Se comía él sólo el centro del campo. Desde que le llegaba el balón a sus pies, salíamos lanzados Gilberto I y yo en busca del pase que iba a darnos porque desplazaba el balón cuarenta o cincuenta metros con una precisión extraordinaria. Y nosotros teníamos que estar allí. El fútbol, con él, era muy fácil.


Rescato una anécdota para demostrar la capacidad de control que tenía de todo. Ocurrió en Granada, en Los Cármenes, con el estadio a rebosar en medio de un gran ambiente. Íbamos 0-2 en el marcador y mi tanto se produjo en fuera de juego, pero fue validado por el colegiado Oliva. El portero tinerfeño Ñito protestaba y protestaba mientras Guedes, astuto, le decía: "Tienes razón: fue un claro fuera de juego". Lo que quería Juan era encender más aún al meta del Granada pero José Juan, paisano de aquél, logró calmarle advirtiéndole del riesgo de una expulsión. Guedes, que lo controlaba todo, se enfadó con nuestro delantero porque perdíamos una ocasión de dejar a nuestro rival en inferioridad. Al final el Granada nos empató y nuestro capitán le recordó a José Juan durante todo el viaje de vuelta el error que había cometido al mediar en aquella discusión del portero con el colegiado. Nos estábamos jugando mucho entonces.

 

El fútbol profesional es para astutos y Guedes vino al equipo con las lecciones aprendidas. Encontrar un nuevo Guedes no fue posible. Era tal su capacidad dentro del vestuario que se imponía incluso a los veteranos. Él dejó una máxima en nuestro club: los equipos extraordinarios se erigen desde un extraordinario capitán.

 

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