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Opinión

Impecable Fabio

  • EL OTRO PARTIDO
  • 02/03/2021 - 12:56
Impecable Fabio Fabio González, tras el partido del pasado fin de semana en Castalia (La Liga)

Manuel Borrego


No sabemos si las palabras de Fabio González este martes, a corazón abierto, le podrían causar algún problema en el vestuario de la UD Las Palmas por haber desnudado su sinceridad públicamente. En un colectivo de compañeros hay distintas sensibilidades, unas con mejor capacidad de recepción que otras.


Tampoco sabemos cómo podrán sentarle a su propio entrenador, al que también defendió con un solo argumento: ganar el siguiente partido para demostrar el crédito de los futbolistas a su trabajo. Esa es la gran verdad de todo este entramado.


Fabio ya no es un niño, aunque tengamos la sensación de que todo su fútbol (que lo exhibió también en Primera) no ha llegado a explotar plenamente. Pero como futuro entrenador, porque tiene esa vocación, también comienza con paso firme. Porque lo que ha hecho este martes es hacer un análisis sin disfrazar la realidad ... por muy dolorosa que sea al mirarla en el espejo quitándole las pinturas.


A Fabio se le vio muy afectado el sábado pasado tras el 4-0 frente al Castellón. Ha tenido tiempo para reflexionar y para buscar excusas. Pero no lo ha hecho. Tres días después fue directo a lo que podría ser un problema si no se rectifica. Huyó de los tópicos futbolísticos y explicó, en síntesis, que:

 

... "Con más de 45 goles encajados podemos ser carne de cañón en esta categoría"

 

... "Tenemos que implicarnos en la defensa todos. Porque cuando somos intensos nos convertimos en un equipo difícil de batir"

 

... "Cuando ganamos los tres partidos en enero creíamos que ganaríamos los siguientes porque sí. Sacamos el pecho por los elogios, pero nos lo hundieron"

 

... "No podemos hablar de los árbitros. Tenemos que hablar de lo nuestro (los errores). Pedimos disculpas pero lo hacemos trabajando en el partido del sábado"

 

Y así durante diez minutos sin mirar para otro lado, esperando que el grupo asuma que no todo es como los selfies del equipo tras una victoria: una imagen que puede distorsionar la realidad.

 

Si Fabio quiere ganarse el futuro en los banquillos -léase ganarse la confianza de los jugadores- aprobó su clase práctica. Porque no hay mejor bien al profesional que quienes los dirigen digan la verdad para diagonosticar el problema. Lo otro, es una táctica napoléonica. Decía el Emperador a sus generales que "cuando el enemigo se equivoca, no lo distraigan".

 

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