La sensación es que el gol amarillo no iba a llegar

M.B.

 

Antonio Hidalgo y el Sabadell estudió bien a la UD Las Palmas. El termómetro del éxito lanero en el estadio de Gran Canaria, marcador al margen, es que el equipo amarillo no puso en compromiso al portero Mackay.

El Sabadell se desplegó con abundante número de piezas en el centro del campo y también maniató al recurso amarillo actual más eficiente: Sergio Ruiz.

El cántabro siempre estuvo vigilado. Alguna vez se atrevió a romper con un slalom, pero en el camino encontró muchas piezas adversarias. Le obligaron a jugar de espaldas y a cometer errores.

Las Palmas no tuvo nunca al alcance la victoria y, más tarde, la posibilidad del empate. Apenas tiró a puerta y, cuando lo hizo, no encontró el lado vulnerable del Sabadell.

Y ya son dos equipos que completan la temporada con los seis puntos frente a los amarillos: Mirandés y Sabadell. Con ambos rivales, la misma sensación de impotencia porque la pólvora estuvo mojada.