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La hora de dejar en Anduva las orejas gachas

  • CRÓNICAS
  • 30/01/2021 - 12:55
La hora de dejar en Anduva las orejas gachas

Manuel Borrego


Lo ha dicho el propio entrenador de la UD Las Palmas, Pepe Mel. Tienen los amarillos este domingo un doble reto en un campo y rival hasta ahora malditos. Las Palmas se presenta en el estadio de Anduva con un parcial de 9 puntos consecutivos pero, de igual forma, visita una instalación de la que salió con las orejas gachas.


Además, sirva como precedente el encuentro que el CD Mirandés realizó en el Estadio de Gran Canaria, donde no dio opciones al cuadro de Pepe Mel. Ese doble compromiso o doble reto del que habla el preparador madrileño ha viajado con los amarillos en el vuelo hasta Miranda de Ebro.


Hay muchos indicios para pensar que el bloque titular de los amarillos no diferirá en exceso con respecto al partido de la pasada semana, frente al CD Leganés. La salida de Kirian Rodríguez del dibujo inicial es inevitable, por su ausencia. Pero en este esquema puede entrar de nuevo Oscar Clemente, que tan buenas sensaciones estaba ofreciendo hasta antes de su contagio de Covid19.

 

Ale Díez suplirá al también lesionado de última hora Alvaro Lemos.


Todo lo demás, de carrerilla. Incluso la fórmula del doble falso delantero que se viene empleando en la etapa de las tres victorias. La astucia del Chino Araujo y la pelea de Edu Espiau combinan bien. Al margen de que es la única combinación con dorsal profesional, mientras Iemmello hace las maletas y acaba con su telenovela.


Lo que parece evidenciar el partido contra el Mirandés es un partido de pocos goles. No sólo por la deriva actual de los amarillos, sino porque el conjunto local suma 3 victorias, 3 derrotas y 5 empates como local en esos 11 partidos en los que se anotaron 16 tantos: 8 para el conjunto burgalés y otros 8 para los visitantes.


Así de apretado es el encuentro y el doble objetivo de los amarillos. Un día ideal para olvidar los cuatro anteriores malos tragos en aquella instalación. Porque, en este caso, las estadísticas están para desobedecerlas.