23-12-1984: Tres horas encerrados en los vestuarios de Lorca

Manuel Borrego

 

El 23 de diciembre de 1984 iba a vivir la expedición de la UD Las Palmas una experiencia muy tensa tras el partido disputado aquel día, correspondiente a la jornada 17 de Segunda División. El equipo dirigido por Roque Olsen ganaba 1-2 al Lorca Deportiva, en encuentro que ratificaba el liderato de los amarillos ... entonces camino de Primera.

El resultado del encuentro y los acontecimientos vividos en él no fueron del agrado de la afición lorquina, que explotó a la conclusión del choque con serios incidentes e invasión hasta las dependencias internas del estadio. Hubo lanzamientos de objetos en abundancia y los jugadores grancanarios tuvieron que refugiarse durante tres horas en los vestuarios antes de que las aguas volvieran a su cauce. El principal personaje de la ira era el colegiado del partido.

Ese incidente se produjo con un club muy peculiar. Eran otros tiempos en el fútbol profesional. Dirigía aquel Lorca Deportiva el técnico Jesús Moreno Manzaneque y su esposa, María Ignacia Hoppicher, era la presidente de la entidad. Los cargos los ostentaron hasta 1994. Ambos eran propietarios de aquel equipo de la provincia de Murcia.

El partido tuvo una trayectoria que corrió en favor de los intereses de la UD Las Palmas. Primero se adelantó el Lorca, con un gol de Bea, iniciada la segunda parte. Y más tarde Pepe Farías (de cabeza) y Jorge Contreras (de penalti) cuajaron la remontada que detonó los posteriores actos extradeportivos.

Fueron expulsados por el colegiado Angel Calvo Córdoba (Aragonés) los jugadores locales Villalustre y Cabral, este último en la jugada del 1-2, mientras también recibió roja el entrenador Moreno Manzaneque. En el caso del entrenador, en el inicio de la segunda mitad.

La tensión subió muchos enteros en el estadio de San José, con dificultades para acabar el partido. Las Palmas se embolsó dos puntos muy valiosos pero lo peor estaba por pasar, con intervención de la fuerza pública para calmar a unos alterados aficionados.

 

Aquel célebre partido lo jugaron por la UD Las Palmas el portero Pérez, junto a Juan Román, Mayé, Juanito, Javier Campos, Benito, Farías, Saavedra, Santís (Javi), Miguel Angel Cabrera y Conteras. Manolo, Felipe y Pepe Juan estuvieron en el banquillo junto a Roque Olsen.

El Lorca actuó con Moncaleán, Oñaederra, Bea, Cabral, Mina (Angulo), Joaquín, Villalustre, Juan Manuel, Castro, Carreño y Campuzano (Higueras).

 

6.000 personas asistieron aquella tarde al partido.