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Parapenaltis Ramírez

El nuevo meta del Villa ha rechazado dos penas máximas en las dos primeras jornadas del campeonato de Liga

  • TERCERA
  • 26/10/2020 - 15:08
Parapenaltis Ramírez David Ramírez, portero del Villa de Santa Brígida (C. Torres)

M. B.


David Ramírez
(25) ha vuelto al fútbol de Canarias esta temporada, con el Villa de Santa Brígida. Y como no quiere pasar de puntillas, ha comenzado el campeonato con un dato singular para su demarcación como portero: dos penaltis en contra, dos paradas.


El meta formado en filiales de la UD Las Palmas comenta a los lectores de Tintaamarilla.es que no se trata de un hecho casual. Porque "en las últimas temporadas me he puesto como propósito esta especialidad. En Vecindario ya tuve como maestro a Chano Lozano, que me enseñaba algunos trucos de portería para el momento de los penaltis. Siempre los he tenido en cuenta. Cada semana entreno los penaltis, tratando de comprender qué es lo que va el delantero en el lanzamiento", reflexiona en voz alta el meta del Sureste. "Observo la posición de su cuerpo, miro sus gestos, conozco su golpeo ... Trato de intuir lo que va a ocurrir y me está dando resultado".


La primera ejecución rechazada en la vigente Liga de Tercera fue frente al San Fernando, a Héctor Choco. "Me lanzó a media altura a mi izquierda y pude llegar a tiempo al balón". Y la segunda, el pasado viernes, obra de Abraham Noé frente al Arucas. "Me fijé que se había colocado justo frente al balón. Así que tenía dos opciones en el tiro. Lanzarlo a mi derecha o a lo Panenka. Como había descartado una, aguanté todo lo que pude para ver qué hacía y, por suerte, acerté a adivinarlo".


Ramírez rechazó con el pecho el disparo de Abraham sin abandonar la posición vertical y se ganó el abrazo de sus compañeros, que ya habían emprendido el camino de la victoria 3-0 en Los Olivos.


"Cada semana me quedó en algunas sesiones con Santi Domínguez para ensayar los penaltis", admite. Pero su día de gloria en esta modalidad de once metros llegó la pasada temporada con el Ceuta, cuando acabó manteado por sus compañeros tras la tanda de penaltis que clasificó al conjunto norteafricano frente al Numancia. "Es que marqué uno y detuve tres lanzamientos de los jugadores sorianos. Aquello fue una locura. Ese fue un gran día, algo sensacional. Porque significado mucho para mi equipo y también para mí". Era partido de eliminatoria de la Copa del Rey.


Tras cerrarse de forma precipitada la temporada pasada, David renunció a su contrato con el Ceuta para volver a Gran Canaria. "Ahora comparto mi actividad en el fútbol con la profesional. Por temas familiares decidí volver, porque no era el momento de seguir lejos".


Pero "he tenido mucha suerte, porque he venido a un club donde me siendo valorado y a gusto. He encontrado en el Villa una unidad como grupo que me encanta. Me han hecho sentir muy a gusto. Mis objetivos esta temporada son los grupales y también tratar de ser el portero con menos goles de la categoría. Todo ello, gracias a mis compañeros. En el Villa reina la unidad, no hay una mala cara. Así todo será más fácil".