La previa

La UD reinventa su defensa ante el peligroso Fuenla

Manuel Borrego

 

El socio adecuado a las buenas sensaciones son los puntos cosechados. El primer paso lo consiguió el equipo de Pepe Mel en su partido frente al CD Leganés, al que llegó a poner en aprietos durante la fase inicial del partido. Pero todo ello cobra sentido si, además, el equipo es capaz de empezar a subir los peldaños que lo lleven hacia la meta volante de la temporada.

 

Se presenta Las Palmas ante el Fuenlabrada con las manos vacías y unos antecedentes con el equipo madrileño que pronostican dificultades, porque no ha sido un rival plano en sus pasos por el Estadio de Gran Canaria. En realidad, allí nunca ha perdido en Fuenla y la pasada campaña fue capaz de llevarse un 1-3 con un fútbol práctico que germinaba desde la solidez defensiva.

 

Y esa es la principal disyuntiva de la jornada: la necesidad de crear espacios y remates locales ante un rival que no tendrá problemas en jugar con la paciencia de los amarillos.

 

De las dos caras mostradas por Las Palmas en Butarque, la más ofensiva requiere un paso al frente. En la primera jornada no fraguaron en gol las ocasiones producidas por los jugadores de Pepe Mel. Fueron escasas, también, y no contaron con la profundidad necesaria para batir a su oponente. Entre Kirian, Rober, Benito y Espiau estuvo en el inicio esa responsabilidad. Pejiño y el propio Sergio Araujo, aún falto el argentino de una preparación adecuada para dar el 100%, se presentan como nuevas alternativas para el once inicial o para revolucionarlo en el partido.

 

Habrá segura novedad en el centro de la defensa, por la sanción de Aythami Artiles. Porque además Cardona también está lesionado, como confesó Mel. Y es probable que sean los centrales Eric y Alex Suárez, la sociedad del filial en Segunda B, los que sean titulares frente al conjunto de Sandoval. La componetración entre ambos ya quedó demostrada y ahora podrían hacerlo en la Liga Profesional.

 

Lo que sí faltará en el choque es el aliento de los aficionados. Una baja muy sensible, sin duda, para un equipo que necesita crecer. Y el calor habitual de los seguidores habría sido la ideal ayuda. De momento, la transmisión ha de hacerse en sentido contrario: que sean los del campo de batalla quienes generen la confianza a los del ánimo silencioso y a distancia.

 

Y es que en eso de las bajas, el equipo grancanario sigue siendo un consumado especialista.