Publicidad

Opinión

El gol no es una ciencia; es arte

  • EL OTRO PARTIDO
  • 13/09/2020 - 06:20
El gol no es una ciencia; es arte Juan Muñoz anota el tanto de la victoria del Leganés, en la segunda parte (La Liga)

Manuel Borrego

 

Por predisposición, actitud y generosidad en el esfuerzo, la primera actuación de la UD Las Palmas en la Liga 2020-21 no debería coleccionar dudas. Antes, al contrario. Por ese camino la Segunda División debe premiar a tan osado colectivo, que abandona su primer escenario con rabia contenida por salir con las manos vacías.


Pero el resultado de Butarque queda, 1-0, y el tiempo se tragará lo que allí ocurrió en el terreno de juego. No es la primera vez que el representativo grancanario comienza un campeonato con una derrota, ni será un caso irrepetible. El único borrón que tiene el partido de estreno es constatar lo poco que acumuló el Leganés para llevarse los tres puntos. Porque el equipo pepinero no fue superior al amarillo, no corrió más kilómetros ni desarrolló mayores méritos colectivos o individuales. La primera diferencia fue la pegada, eso que tanto valor tiene en el deporte cualquier competición. Pegada para marcar el tanto de la diferencia o para sentir en la portería rival un peligro rival.


Porque todo el esfuerzo acaba en ese conducto del gol. Las Palmas fabricó ese partido del equipo atrevido, que se desprendió de prejuicios, que se introdujo en Butarque con ideas tan definidas que parecían impropias para un conjunto absolutamente reformado y con pocos kilómetros de juego en la pretemporada.


En ese tiempo en que se movía en el ring alrededor del Leganés, durante la prometedora primera parte, el equipo de Pepe Mel no calibró su puntería cuando se encontró frente al portero Cuéllar. Precisina, precipitación, mala última decisión, ... un jugador rival por el camino. El gol no es una ciencia, es arte. Se debe trabajar por él, encontrar esos caminos, pero en la última instancia está la bota de un artista.


No podemos considerar un espejismo el amistoso del Heliodoro; pero tampoco el de Leganés. De los dos hay que obtener conclusiones, porque son los únicos disputados ante rivales auténticos de la misma categoría. La esperanza ha germinado en este joven conjunto que tiene un envidiable apetito deportivo. Pero debe cimentarse con resultados, con goles.


Hay una colección de detalles que Pepe Mel y sus colaboradores deben reforzar, aún siendo muy temprano para conclusiones definitivas. Pero valoramos los cambios de juego en largo que desajustaban al Leganés, la profundidad de las bandas con un peligro simétrico mientras las fuerzas de Benito y Roger duraron, la solidez defensiva general hasta la jugada del gol de Muñoz o la pelea constante en todos los sectores del campo, con una presión abrumadora que cegaba a un rival de reciente paso en Primera. También, valoraciones individuales que son en general muy alentadoras. Estamos descubriendo un nuevo rostro de la UD Las Palmas.

 

De todo ello, ni un reparo ... Pero el gol es el gol. Y eso tiene un precio.

 

Noticias relacionadas