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Dos décadas del extraño caso Oktay

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  • 16/08/2020 - 06:59
Dos décadas del extraño caso Oktay

Manuel Borrego


Veinte años atrás, la preocupación de los aficionados de la UD Las Palmas era otra. El equipo representativo estaba en los preparativos de su vuelta a Primera División, tras doce años de peregrinación en Segunda División A y B. Y por entonces la SAD inyectaba con nuevos valores exteriores al buen conjunto que ya tenía a su mando Sergio Kresic.


Una de las esperanzas en el club fue la mirada al fútbol turco, donde habían captado (mediante traspaso de dos millones de euros actuales) al delantero de referencia en las selecciones otomanas emergentes: Oktay Derelioglu. Había pasado por clubes como Besiktas y ya tenía, a sus 24 años, condición de internacional turco, tras haber cubierto también distintas etapas de formación.


Oktay provocó en la isla una expectación inusual, porque por entonces se conocía poco sus cualidades. Era también su experiencia fuera de Turquía y el primer obstáculo que encontró, además del cultural, fue el idioma. Pero en lo futbolístico ya desde el inicio no dejaba dudas. Y cuentan que desde agosto de 2000 logró enlazar de manera especial con Vinny Samways, con el que parecía entenderse no sólo en el campo sino en conversaciones ajenas al fútbol.


El aficionado del Estadio Insular no pudo aplaudir un gol en partido oficial de aquel fichaje turco del que tanto se hablaba. Actuó Oktay en dos encuentros de Liga (Alavés y Oviedo, este último siendo objeto de penalti el día de inauguración del Nuevo Tartiere). Porque en la tercera semana del campeonato se le vio salir con su familia rumbo a Estambul, con todo el equipaje y enseres personales. Aficionados avisaron en Pío XII de su partida al verlo salir vía Aeropuerto.


En un mes dijo adiós sin decir adiós. Se supo entonces de un incidente importante con Vinny Samways, quizá no el primero aunque el contenido no resultaba relevante. El inglés le habría reclamado el pago de una apuesta personal (apenas 200 pesetas) y en algún malentendido entre ambos, en un entrenamiento en Barranco Seco, saltaron las chispas.


Pasados los años, Oktay declaró durante 2015 en Estambul que Samways "me había roto la nariz. Y me tuve que ir de España". No le ataron sus obligaciones contractuales ni el compromiso adquirido con sus nuevos compañeros, técnicos y aficionados. Cogió la chaqueta sin más.


Nunca convencieron del tooo en el club amarillo aquellos argumentos de Oktay. Trabzonspor lo recibió de inmediato y esperó unos meses a tener un permiso de FIFA antes de resolver su compromiso con el club grancanario y volver a jugar en la Liga turca. Lo cierto es que la trayectoria de Oktay, antes y después de su paso por la UD Las Palmas, describió hasta 16 destinos distintos y otra experiencia más en Alemania (Nuremberg) de escasa duración. Fue la segunda y última lejos de Estambul.


Se fue Derelioglu dejando un extraño sabor de boca, con mucho trabajo por hacer y un fútbol por descubrir. Y en la actualidad hace carrera de entrenador en su país e, imaginamos, que las apuestas entre sus futbolistas no estarán previstas en el protocolo de autorizaciones. Salvo que todo aquello fuera una trama que nunca se descubrió.

 

 

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