Comienzan las sesiones

Araujo y Espiau, nombres del nuevo gol

B. Pérez

Rubén Castro o un delantero en búsqueda. Esas son las dos opciones dibujadas por el presidente Miguel Angel Ramírez antes de empezar la actividad preparatoria de la UD Las Palmas en la Ciudad Deportiva de Barranco Seco. Tampoco está descartado Juanjo Narváez, que ha de resolver su propio panorama en el Betis y que ha dejado un grato sabor en la isla. Y viceversa.

 

El rastreo del gol en la UD Las Palmas, sin embargo, tiene nombres propios el primer día de entrenamientos del ejercicio 2020-21. Edu Espiau y Sergio Araujo se ejercitan en las instalaciones del club con el propósito de abrir camino en la nueva campaña, tras haber cubierto sus respectivos préstamos a Villarreal B y AEK Atenas.

No parecen que las perspectivas de ambos estén ahora en otros destinos que no sean el amarillo. Eso lo aclarará con el tiempo el longo verano que espera. Pero, de momento, son los dos nombres con los que puede contar Pepe Mel. Y ambos, reconocidos futbolistas del club.

Edu (25) no llegó a debutar con el equipo profesional amarillo, aunque era también de la partida grupal el pasado verano. En el conjunto filial del Submarino anotó 9 tantos en 26 encuentros en la Segunda B antes de que el bicho irrumpiera lo parase todo. Es su mejor marca realizadora, tras las dos temporadas anteriores con Las Palmas Atlético.

 

Araujo (28) vuelve tras comprobar que la salud económica del AEK no da para concretar el traspaso pactado. El club heleno no renuncia al argentino, pero ya tiene otras alternativas para acompañar al ídolo Livaja. Esta pasada temporada el argentino cantó 3 tantos, pero no logró desbancar en las preferencias técnicas del AEK al propio Livaja y al portugués Nelson Oliveira, que fueron la dupla preferida del técnico Carrera.

El último gol en la Liga con Las Palmas de Araujo se remonta al 19 de mayo de 2019, ante el Rayo Majadahonda.

El gol es la principal preocupación veraniega. Pero empieza a tomar forma, aunque la última palabra se conocerá cuando el mercado ponga el cerrojo.