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Opinión

El fútbol tiene otra deuda con Mingo Oramas

  • TERCERA
  • 27/07/2020 - 10:11
El fútbol tiene otra deuda con Mingo Oramas Mingo Oramas, con los jugadores del San Fernando, en el play off de El Hierro (C. Torres)

Manuel Borrego


Uno de los gestos más loables entre los vividos el fin de semana lo tuvo Chus Trujillo, entrenador de la UD Tamaraceite, con su colega y rival Mingo Oramas. Escribió: "Trabajo espectacular Mingo Oramas. Llegaste a un Sanfer que luchaba por no descender a Preferente y, a la vuelta de un año, estabas luchando por meterlo en Segunda B. Para los que solo ven los resultados, ese espectacular trabajo también lo es".

 

El fútbol tiene memoria con los vencedores, sin duda, pero no debe ocultar a los que pudieron serlo. Ese deporte tiene otra deuda con Mingo Oramas, al que ha fintado en varias ocasiones; pero sus méritos están entre aquellos que valoran su seriedad y entrega.

 

Otra deuda, sin duda. A Mingo, sin cartel futbolístico previo como jugador, le ha tocado en la vida recoger proyectos para enmendarlos. Eso mismo ocurrió en el San Fernando, asumiendo el cargo luego de una enriquecedora experiencia en Sudamérica con el Independiente del Valle. En diciembre de 2018 inició su andadura en el club de Maspalomas, llevándolo entonces desde la cercanía del mencionado descenso a una segunda vuelta notable que estuvo cerca de concluir con el billete a la promoción.


Y esta atropellada temporada, con dificultades propias también para él, la ha terminado a 20 minutos de la Segunda División B. Y no se recuerda que tuvo dificultades con una plantilla corta a la que se unieron lesiones relevantes de última hora (Fermín, Quintero en la batalla y un mermado Maykel).


28 victorias, 10 empates y 10 derrotas es el balance de Mingo Oramas hasta ahora como entrenador del San Fernando, al que ha devuelto a la primera plana.


Y decimos otro débito porque en 2015 estuvo a pocos minutos de salvar a Las Palmas Atlético. Relevó a Josico Moreno en Segunda B cuando todo parecía perdido. Encadenó cinco victorias consecutivas para llevar al filial a la promoción o play out. Y sólo un gol del FC Cartagena, en los minutos finales (1-1), abortó el milagro del Anexo.


En idénticas circunstancias llegó al Mensajero en 2017, para relevar a Jaime Molina. La reacción fue tardía pero dejó una semilla para empezar un nuevo proyecto en Tercera que inexplicablemente fue truncado por la directiva palmera. Inexplicable porque era cuarto en la tabla y los posteriores acontecimientos clasificatorios del Mensajero no han tenido la misma proporcionalidad que con él.


"Lo volveremos a intentar", dijo este sábado tras ceder ante un pujante Tamaraceite, reaccionando tras un duro momento en que otros habrían preferido no dar la cara, porque las derrotas descubren verdades.

 

Algún día el fútbol tendrá que hacerle un guiño a su honestidad.