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Opinión

El coronavirus en tierra del Lazarillo

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  • 22/04/2020 - 13:05
El coronavirus en tierra del Lazarillo Una asamblea de la AFE con los capitanes profesionales (Marca)

Manuel Borrego

 

Varios plantillas, en boca de sus propios capitanes, han dejado entrever en la reciente reunión telemática con la AFE que no están por la labor de volver a jugar al fútbol al menos hasta la consolidación de la vacuna o el cambio del actual escenario de la pandemia. Dicen los compañeros próximos a la información federativa que es una minoría, porque el resto de los futbolistas insisten en jugar con las máximas garantías posibles y de eso está tratando el esfuerzo en la LFP.


Esos titubeantes pertenecen a distintos clubes (léase profesionales en este caso) quienes, por cierto, están inmersos en la zona baja de la clasificación y/o descenso de categoría. Porque sólo habrá descensos esta temporada en Primera y Segunda División A. Quede este último dato aclarado ya que la propia RFEF, en su propuesta enredadora de la pasada semana, dejó subrayado que no se producirán descensos en el resto de categoría amateurs, desde la Segunda B hacia las profundidades del fútbol regional. Y en el caso de Las Palmas Atlético, por ejemplo, hasta ahora todos sus derechos deportivos como equipo de la división de bronce permanecerán intactos. Y seguirán así.


A pesar de todo siguen las maniobras e intenciones, en modo de propuestas, que no dejan ver con claridad ni siquiera lo que podría pasar en el fútbol profesional. Insistimos: en las condiciones actuales, sólo la Primera y Segunda División A están en condiciones de afrontar una vuelta a la competición sin aficionados.


Todo puede pasar, pero no se puede desdeñar ningún desenlace de la campaña. La picaresca es uno de los elementos que, por desgracia, emerge en este barullo. Que si contamos una determinada clasificación para ganar terreno a un ascenso, que si promedios, que la primera vuelta ... Cada uno a sacar el máximo provecho, como ocurre en los campos de juego.


Pero un amigo presidente del fútbol regional nos pone en el camino de lo inimaginable, que no de lo imposible. "Imagina que comienza la Liga y que un club sin determinar está en una situación de descenso o se mete en serios problemas. Y horas antes de un partido alguien dice: Tengo varios jugadores tosiendo. ¿Se pararía todo esa jornada?. Y quien dice uno, dice dos. Porque en el fútbol los burros vuelan", nos dice.


Porque la realidad es que las garantías que pide Fali Jiménez, el jugador del Cádiz, como muchos de los profesionales de los clubes no la van a encontrar de momento.


Esa falta de voluntad compacta es ya un síntoma a tener en cuenta.


Y, además, no dejamos pasar por alto la ya anunciada advertencia del Deportivo de La Coruña, que sin duda podrían otros acuñar como propia. El presidente gallego, Fernando Vidal, anticipó que "sin lugar a dudas" su club acudiría a la Justicia en caso de que descendiera sin acabarse el campeonato. Y quien habla de descenso también podría acudir con el mismo recurso por un puesto de Champions o de Europa League.


Así que el papelón de la solución final no es tan sencillo como parece. Porque no se olvide, aunque fuera obra anónima, este es el país del Lazarillo de Tormes.

 

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