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HH2: El técnico que lo quiso cambiar todo

  • AMARILLOS DE SIEMPRE
  • 10/04/2020 - 11:55
HH2: El técnico que lo quiso cambiar todo Paco Castellano, con Heriberto Herrera (Archivo Norberto Rodrígue)

Manuel Borrego


Para algunos jugadores de la UD Las Palmas que vivieron la experiencia, el paraguayo Heriberto Herrera (1975-76) fue un avanzado en el tiempo, un estratega que intentó un ‘fútbol total' en el equipo amarillo. Y, en el aspecto físico, un gran especialista que aspiraba a cambiar conceptos en el representativo grancanario.


Herrera salvó aquella temporada con la permanencia, su primera como entrenador amarillo (más tarde estuvo 12 partidos en 1981-82). Venía de dirigir a varios equipos españoles, entre ellos al CD Tenerife, y de una enriquecedora experiencia personal en el Inter de Milán.


Y todos aquellos conceptos generaron inquietudes en un equipo que con su fútbol técnico, pausado y de afinadas trenzas había colmado años atrás con sus mayores logros deportivos.


Juani Castillo tenía 20 años de edad cuando el preparador guaraní llegó al equipo. Tuvo sus tiras y aflojas con aquel modelo pero "aprendí mucho", recordó a los lectores de Tinta Amarilla. "Exigía una presión en todo el campo, con robos, bandas y segundos remates. Su modelo lo vemos hoy en el fútbol. Fue un avanzado de su tiempo".


Esa misma opinión la conserva Felipe Trona, entonces con 26 años de edad y un mayor recorrido en la primera plantilla. "Tuvimos un entrenador de futuro. Pero su sistema iba a tardar porque no iba acorde con el estilo de los jugadores de Las Palmas. No sólo en el aspecto físico; él dejaba al futbolista intrigado en cada entrenamiento. Muchos eran diferentes y tenían un objetivo táctico".


A Federico Páez también le tocó la vara de Herrera. Pasó a jugar en el centro del campo y a descubrir sus propias cualidades atléticas. "Pero era un entrenador en muchos aspectos fenomenal. En el apartado físico el equipo nunca estuvo tan en forma como con él. Y en lo demás, yo también lo considero un adelantado a su tiempo. Fuimos unos privilegiados al conocer un estilo que más tarde se iba a imponer en el fútbol".


Quique Wolff, con una inteligencia táctica fuera de lo común, asimiló el papel como defensa central por exigencias del guión. Pero quizá quien personificó en mayor grado ese cambio del modelo HH2 fue el internacional Paco Castellano. Era entonces un jugador consagrado, con un rol muy definido en la Unión Deportiva. Y muchos años al lado del mismísimo Tonono, fallecido precisamente en vísperas a llegada del paraguayo.


Heriberto vino con otra idea. Paco pasó a jugar en el centro del campo y allí empezaron las dudas del grancanario. Durante doce temporadas había sido titular sin discusión y sólo un puñado de partidos en la reserva por una lesión. Pero HH2 acabaría por modificar su horizonte. "Me sentía incómodo", reconoció. "Toda mi carrera la hice como defensa, mirando el fútbol de frente. Y en el centro del campo noté que había que jugar el balón muchas veces de espaldas. Los esfuerzos eran diferentes. Pero estaba convencido de que los apuros de la primera vuelta los íbamos a superar. El equipo necesitaba un tiempo para amoldarse y así lo hizo", resumía en declaraciones de la época al Eco de Canarias.


Las Palmas se salvó. Morete comenzó a sumar sus primeros goles de la centena amarilla. La afición acabó ovacionando resultados como el 2-2 al Real Madrid, el 3-1 al Barcelona, el 2-0 al Atlético de Madrid, el 0-1 al Valencia o al Zaragoza. Pero Herrera no llegó a ser comprendido del todo, al menos en aquel momento.