Zarpó de Canarias y está confinado en el Atlántico

El navegante solitario a remo francés Brogniart ha vivido la pandemia en mitad del océano, con destino a Martinica

B.P.

Stephane Brogniart (43) es un navegante francés que está viviendo una aventura singular. Partió de Canarias el 14 de febrero, desde el Sureste de El Hierro, y en plena travesía hasta la isla de Martinica se encuentra confinado en solitario mientras el planeta combate su particular ‘tercera guerra mundial'.

 

Nunca imaginó el aventurero galo lo que iba a ocurrir desde que zarpó hacia América, con una propuesta entre 45 a 60 días remando, sin motor, en un casco de apenas cinco metros. Todo comenzó torcido para Brogniart, ahora confinado en el medio del Atlántico sin contacto alguno con humano. Las duras condiciones climatológicas que acompañaron su partida le hicieron pensar en lo peor. "Pensé que de seguir así acabaría en Groenlandia" explica en su diario.

Brogniart, tras 48 jornadas, ha recorrido 3428 kilómetros hasta este viernes, a 1.636 kilómetros aún para su destino. Se ha acostumbrado a las condiciones de la travesía, aunque ahora la disfruta de otra manera porque en el mar ha conocido cómo ha cambiado el mundo a causa del coronarivus.

Zarpó y ya tenía conocimiento de que se estaba desarrollando esta batalla, pero no imaginó las dimensiones de la misma.

Su increíble aventura no es inédita. Otros navegantes solitarios a remo ya lo han realizado con anterioridad. Pero el momento tan excepcional que vive la Humanidad convierten su proyecto en una aventura increíble, digna del guión de una película.

No sabe qué incidencia tendrá el coronavirus cuando toque tierra de nueve, en la isla americana. Probablemente no necesitará un control sanitario para descartarlo porque tan alejado del contacto humano sus posibilidades de contagio eran nulas.