1-3-2-5: el modelo de la UD que rozó el título

Ulacia, Aparicio, Tonono, Martín Marrero Castellano, Guedes León, Justo Gilberto, José Juan, Germán y Gilberto Rodríguez (Norberto Rodríguez)

M.B.

Algo más de medio siglo atrás, entre 1967 a 1969, la Unión Deportiva Las Palmas estaba codeándose entre los candidatos por el título de la española. El fútbol grancanario, bañado con acento isleño y portería vasca, estuvo muy cerca de lograr ese campeonato de Primera con un estilo de juego propio bajo la dirección de Luis Molowny.

El juego de antes era diferente incluso en su diseño táctico: Los amarillos de aquella época mostraban un cariz muy ofensivo en su propuesta. Ahora la describiríamos con un sistema 1-3-2-5. El portero Ulacia (luego Oregui), los zagueros Ernesto Aparicio (luego José Luis), Tonono y Martín Marrero, escoltados por Paco Castellano (que también hacía labores de marcador) y Juan Guedes, cerrando el círculo un ataque compuesto por José Manuel León, Gilberto II, José Juan, Germán Dévora y Gilberto I.

Aquel equipo era reconocible y en la campaña del subcampeonato (1969) sólo utilizó el técnico durante la Liga a 14 futbolistas, tal era el grado de compenetración y rendimiento del bloque. Suerte al margen con las lesiones.

Esa estructura táctica no era exclusiva de Las Palmas. La practicaban muchos conjuntos, pero a la calidad técnica se le unió una organización de un equipo que se aproximó a su mayor gesta histórica.