La previa

Un partido para dormir mejor o para reservar calmantes

Manuel Borrego

Por más que el panorama comienza de una manera en la semana, lo cierto es que hay cosas que siguen peligrosamente inalteradas en la UD Las Palmas. El equipo de Pepe Mel se presenta en El Molinón con ocho bajas, dos de ellas jugadores que se adivinaban como teóricos titulares en esta etapa de la Liga (Aridai y Narváez).

Y la Liga ya superó la treintena de encuentros, viviendo el equipo amarillo una cadena de contratiempos que es inacabable. Es uno de los asuntos que debe subrayar el nuevo director deportivo de la entidad, porque si hay una solución deben buscarla.

Con estas perspectivas Las Palmas acude a Gijón para afrontar un partido que pueden enseñar dos direcciones opuestas: la esperanza de poder engancharse a los del tren de la promoción, que aún está cerca, o el temor de sentir que el peligro sigue latente ... y también está próximo.

Puede parecer el de El Molinón un encuentro de los denominados bisagras de cada temporada. Pero también para el Sporting, que a estas alturas de la campaña sigue inmerso en sus propias dudas.

Advierte Pepe Mel que su formación no está aún definida. Y menos después de la contrariedad de los últimos días, condicionándose su convocatoria hasta la puerta de embarque. Varela es la pieza clave para decidir el estilo con el que se visitará al Sporting, que ha hecho llamamientos a la afición gijonesa para que el ambiente ante los amarillos esté acorde con lo que se juega su equipo.

De cualquier forma Las Palmas busca una victoria que se le ha escapado en reiteradas ocasiones durante los últimos meses. Son muchas las jornadas sin ganar y esa inquietud no hay sueño sereno que se le resista. El cómo es en estos momentos lo de menos.