La previa

La UD se enfrenta a sus propias pesadillas

Manuel Borrego

No ya porque de forma rutinaria cada visita a Alcorcón es un dolor de muelas. Sino porque la propia trayectoria de la temporada en el ciclo actual está dejando una estela de sinsabores ... a veces por propias deficiencias, las que menos por valores adversarios y también inducidas por el factor arbitral, que esta temporada deja una estela dolorosa.

El equipo de Pepe Mel se enfrenta en Santo Domingo a sus propias pesadillas. Allí, donde se vivieron momentos de sinsabores canarios desde la etapa de Segunda B hasta la actual.

El reto de una victoria en feudo del Alcorcón es evidente. Un reto enmarcado para un club como la UD Las Palmas, con tanta historia y mucha aún por narrar. La de esta temporada, a pesar de que el equipo sigue sin conciliar sus actuaciones con tres puntos en 2020, está por definirse. Porque vive aún cerca de los que galopan por un billete de promoción y porque todavía no ha erradicado a nivel numérico la incógnita que desvela la llegada a los 50 puntos de la tranquilidad.

Con todo ello, con la última escena de Los Pajaritos donde volaron dos puntos de enorme valor anímico, vuelve el escudo de la UD Las Palmas a tierra alfarera, donde un modesto equipo le espera para tratar de repetir hazaña. Así lo ha pronosticado su entrenador Fran Fernández, que en la víspera dibujó el escenario de la llegada de un coloso al que pretende derribar con las armas que tiene a su disposición.

Mel ha viajado con un montón de notas en sus apuntes, para resolver durante el trayecto. La baja de De la Bella, una vez con problemas musculares -algo que debería analizarse de manera interna-, ha generado en él una tormenta de ideas que parece no haberse definido. La de Eric en el costado izquierdo, Srnic en el derecho y Benito intacto en el carril donde está siendo un puñal en algunos partidos parece ser la más coherente de todas.

Narváez o no Narváez; Tana o no Tana; Aridai o no Aridai, ... Al menos para las otras dudas ofensivas maneja alternativas que hace semanas no disponía.

En esa hora está la UD, a la que debería también calar algún mensaje del equipo rival. Su entrenador Fernández lo tiene claro: "Prefiero ganar que jugar bonito". Por lo acontecido en las últimas jugadas del último partido, esa reflexión también vale para una cita como la de Alcorcón.