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Una UD de tensión baja en el derbi

  • EL OTRO PARTIDO
  • 26/01/2020 - 12:07
Una UD de tensión baja en el derbi La arenga de Aythami Artiles a sus compañeros, pidiendo amplitud e intensidad en el juego (C. Torres)

Manuel Borrego

 

Lo mejor del primer derbi de 2020 fue todo lo que lo rodeó: El ambiente, las ganas de fútbol, el respeto a los abonados más longevos, ... Porque el fútbol, al menos de los amarillos, estuvo muy por debajo de las promesas públicas realizadas por sus actores durante la semana.


Las Palmas jugó un derbi de intensidad baja; muchas ganas, pero poca efectividad. Pepe Mel se acordó entonces, tras el 0-0 del resultado, de los que no estaban. De Drolé, Cedrés o Aridai, sus jugadores de banda veloces. Y menos mal que ya no habló del imposible Jonathan Viera. Sus palabras fueron peor señal que el partido, porque no hizo autocrítica.


La propia formación del once amarillo fue una variante hacia la aventura. Añadió el entrenador que fuimos "lentos y previsibles". Y en esa acertada afirmación sí hay un condimento de sus propias decisiones. Pero es una observación con muletas, porque le faltó añadir que "sin balón no fuimos un equipo intenso".


Que el Tenerife se atrincherara para jugar con su mejor arma de las últimas campañas, el contragolpe, sí se podría pronosticar. Prácticamente lo hizo desde el inicio. Pero Las Palmas no fue defensivamente un equipo incisivo. Mel optó por devolver titularidad a Rubén Castro, que es un delantero más de astucia que de brega. Eso no lo puede cambiar. Y también proporcionó puesto titular a Tana Domínguez, aún desfasado en lo físico. Porque desde diciembre ha iniciado su puesta a punto.


Es las botas de Tana estuvo, a nuestro juicio, una de las claves del partido. No se echó el equipo encima ni asumió las responsabilidades que tenía el dorsal 21. Es lógico, está aún fuera de su mejor forma. Pero además fue un jugador de balón al pie y de una combatividad para la recuperación muy baja, sin guardar paralelismo a lo realizado por sus compañeros de zona ancha Javi, Pedri y De Galarreta.


No sabemos qué criterios tan consistentes tenía el entrenador para conceder tan pronto el mérito de la titularidad a Tana, que tiene mucho más que demostrar a la grada que los aficionados a él. Ahí está absolutamente equivocado. La deuda es del jugador.


En esta línea, que intentó cambiar Fede Varela con dinamismo, entusiasmo y poca chispa, Las Palmas no ofreció al Tenerife el peligro de un derbi. El técnico analiza lo ocurrió pero no se fija en todos los condimentos de por qué ocurrió. Y algunos los puso él.

 

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